El frío pega fuerte en las aulas deterioradas del sur de Tucumán

Ventanas sin vidrios, puertas rotas e instalaciones eléctricas obsoletas que impiden que se conecten estufas o caloventores se repiten en distintos establecimientos públicos. Reuniones cada 15 días para definir las soluciones.

El frío pega fuerte en las aulas deterioradas del sur de Tucumán

El frío abrupto que adelantó el invierno, transforma en un ambiente perturbador a las aulas de varias escuelas públicas del interior de la provincia. Son los alumnos de los niveles primario y secundario con turno matutino los que en estos días padecen con mayor crueldad las bajas temperaturas.

El aire gélido, que se cuela por ventanas sin vidrios y puertas dañadas o ausentes, los abraza haciendo temblar sus cuerpos. “A pesar de que a los chicos los mando bien abrigados, me cuentan que a veces no paran de tiritar hasta media mañana. Sin calefacción se convierten en una angustia las horas de clases. Para colmo ni el sol aparece para alivio”, señala María Carrizo, madre de dos niños que concurren a la escuela monseñor Ferro del barrio Municipal de Concepción.

En este caso, las ventanas destruidas por vándalos y la precariedad de las instalaciones eléctricas que impide el uso de estufas se conjugan para conspirar contra la comodidad de los alumnos. Por eso se ruega que Febo asome.

Instalaciones obsoletas

En la escuela Independencia del barrio Alvear de Concepción los docentes no pueden encender ni una estufa. Si lo intentan salta la llave térmica y se quedan sin luz en todo el edificio, cuentan los padres. La instalación eléctrica es antigua y obsoleta. Lo mismo sucede en la Gregorio Aráoz de La Madrid de Gastona Norte, de Finca Cornet (Arcadia) y otras de Santa Ana y Simoca. En la N°6 Crisanto Varela, de Iltico, se adquirieron caloventores para enfrentar los bajos registros, pero no pueden ser utilizados también a causa de las deficiencias en la energía eléctrica.

El frío pega fuerte en las aulas deterioradas del sur de Tucumán LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL

“Este es un local centenario que necesita que se le renueve las instalaciones y se reparen los techos. Se dispone de los insumos para los trabajos, pero resulta que no hay fondos para contratar a los operarios. En consecuencia, esperamos que el municipio o que Construcciones Escolares se haga cargo de las obras”, señaló el vecino Andrés Barraza.

“Los chicos se merecen un ambiente confortable para estudiar y no como ahora, que padecen el frío en invierno o el calor en el verano”, dijo.

Los aportes que brinda el Gobierno o del Ministerio de Educación a través del llamado Aprestamiento, que se liberan al inicio del ciclo lectivo, según los docentes, son escasos y dependen de las matrículas. Así para un establecimiento con 200 alumnos, se destinaron $500.000 con los que apenas alcanzó para cubrir urgencias como arreglos de baños o reposición de vidrios. Para insumo se destinaron $75.000, y tan solo para la adquisición de ocho libros de registro se erogó $32.000.

En medio de la tormenta de carencias y a fin de aliviar la crueldad del frío en los alumnos de escasos recursos, los centros de estudiantes promueven los roperos comunitarios. La solidaridad aflora y se provee de indumentarias a los que concurren con ropas livianas.

Mantenimiento atrasado

Según un relevamiento dado a conocer por el Gobierno el año pasado, en relación a las necesidades edilicias, de un total de 1.779 establecimientos educativos que hay en la provincia, unos 1.000 arrastran algún inconveniente de infraestructura: iluminación, aulas, baños, pasillos, patios, provisión de agua y sanitarios, entre otros. Esto significa que más de la mitad de estos sitios de aprendizaje posee alguna necesidad edilicia.

El frío pega fuerte en las aulas deterioradas del sur de Tucumán

“Esta situación se debe al retraso de varios años en inversiones que debieron hacerse en el mantenimiento y acondicionamiento de los edificios escolares”, aseveró la ministra Susana Montaldo, en declaraciones hechas a LA GACETA al final del año pasado, cuando indicó además que en 2023 se hicieron inversiones con fondos nacionales y provinciales que permitieron el avance en algunas obras nuevas. Sin embargo advirtió que estas “resultaron insuficientes al momento de cubrir las necesidades que tienen los edificios”.

Mesa de gestión

¿En qué se avanzó ahora? Según Hernán Parajón, de la Dirección de Infraestructura del Ministerio de Educación, “en este momento se está haciendo un relevamiento de las instalaciones eléctricas para hacer la adecuación de tableros en los edificios e ir normalizando la situación”.

“Estamos en reuniones con la Dirección de Construcciones y Materiales Escolares, Secretaría de Energía y otras dependencias para definir un plan de trabajo y encarar las obras necesarias. Se trata de una mesa de gestión, encabezada por la ministra Montaldo, en la que cada 15 días vamos instalando en agenda las distintas problemáticas de los edificios”, apuntó.

Enseguida aclaró que en la provincia los edificios escolares puros ascienden a 906, en los que funcionan hasta cuatro establecimientos de diferentes niveles. Quienes llevan la cifra a los 1.200 suman a otras instituciones que funcionan en cárceles y hospitales. “Cada uno tiene una problemática y abordaje diferente sobre la que precisamente se trabaja”, concluyó.

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