En las zonas más húmedas, como Tucumán, la humedad está siempre presente. Esta condición climática se vuelve una enemiga de las superficies de las construcciones que terminan estropeadas y teñidas de negro. Si bien las reparaciones suelen tener un costo excesivo, hay trucos caseros que pueden ayudar a solucionar el problema de las manchas.
En caso de que la humedad esté presente solo en las paredes exteriores, este truco puede funcionar. Pero, si la humedad está en el interior de la casa, lo más probable es que se necesite consultar con un experto en filtraciones para evitar que el deterioro avance.
Truco casero para eliminar las manchas de humedad
En primer lugar, se recomienda hacer una limpieza normal, con los productos que se utilizan siempre para limpiar los suelos o con elementos desinfectantes. Es que la humedad guarda hongos y bacterias que poco a poco empiezan a descomponer las superficies sobre las que se depositan. Por eso una limpieza profunda puede ayudar para el tratamiento posterior de las manchas.
El "antídoto" que se utilizará en este caso será solo lavandina. Pero es necesario contar con un pulverizador para esparcir bien el líquido y alcanzar los rincones más alejados. La persona que lo aplique debe protegerse con máscara y lentes por la pureza que tiene la lavandina.
Para que este tip surta efecto no es necesario refregar las paredes, bastará con rociarla bien por todas partes y dejar que la lavandina actúe. Una vez aplicada, dejar secar y esperar algunos días para que la humedad empiece a desaparecer.
Por qué es peligroso tener paredes con humedad
La humedad tiende a propiciar la aparición de moho en las paredes, que puede generar problemas de salud. Aunque a algunas personas el moho no les causa ningún síntoma, quienes tienen asma o alergias deben tener especial cuidado. Otra población vulnerable al moho es la de pacientes inmunodeprimidos.
La humedad puede causar congestión nasal, sibilancias -sonidos silbantes y chillones cuando el aire se desplaza a través de los conductos respiratorios-, enrojecimiento o picazón en los ojos o la piel. En casos graves, la huemdad puede ocasionar afecciones en el sistema respiratorio.