Viví en La Esperanza, La Madrid, ahí comencé mi primaria. Con techo de paja y paredes de barro, con dos aulas, una cocina donde Rosita preparaba el almuerzo, así te recuerdo mi escuela 96. En 1968, San Antonio de Quisca se cubrió de agua y los pobladores debieron emigrar debido a la construcción del embalse de Rio Hondo y del Dique el Frontal. Los padres se organizaron para traer a la escuela de ese lugar, suena jocoso eso de traer, pero fue así, ya sea en carro o en sulky era importante acercar la escolarización. Carlos M.Jerez y Rómulo Jerez realizaron el trámite para el traslado de la misma. Familiares de mis bisabuelos Benito Nieva y Eusebia Moreno, donaron el terreno. Desde Quisca el carro de Don Maurilio Ruiz, el sulky y la zorra de Eleodoro de Jesús Nieva y Juan Goitea iban y volvían con mobiliario. Las mujeres preparaban el avío para los trabajadores. Pancho Jiménez, y su hermano don Enrique también prestaron sus caballos. Ángel Nieva, Anjucho, recibía y controlaba lo que se traía. Los carros se empantanaban, los caballos caminaban despacio, el calor y el cansancio los vencía, pero el orgullo los animaba a seguir. En 1968 Enrique y Carlos Jerez, comenzaron la construcción de la escuela. En 1977 se construyeron dos aulas de ladrillo, Timoteo Jerez hijo se sumó a tan noble obra. Su director fue Oscar Bustamante.
María Silvia Nieva