NAVIDEÑO. Marcelo Gallardo disfrutó de la Nochebuena junto a su familia, en un breve parate antes de que River retome la pretemporada.
En medio de una pretemporada que recién comienza y de un mercado de pases que ya tuvo sus primeros movimientos, Marcelo Gallardo se permitió un respiro. La Navidad fue un paréntesis necesario para bajar un cambio y reencontrarse con los suyos, lejos de la exposición habitual y con un clima íntimo que no suele repetirse con frecuencia.
El entrenador de River Plate pasó la Nochebuena acompañado por su esposa, Geraldine La Rosa, y sus cuatro hijos: Nahuel, Matías, Santino y Benjamín. La postal tuvo un valor especial ya que tres de ellos son futbolistas profesionales que desarrollan sus carreras en distintos países, por lo que no es común que puedan coincidir todos juntos en una misma celebración familiar.
Vestido de manera informal, con una copa en la mano y lejos del rol de DT que lo acompaña todo el año, Gallardo disfrutó de una noche tranquila, marcada por el encuentro y el descanso. Un contraste claro con los días que vendrán, cargados de trabajo y planificación.
Pensando también en el bienestar del plantel, el cuerpo técnico y los colaboradores, "Muñeco" dispuso un breve parate navideño en la pretemporada. El equipo tuvo libre miércoles y jueves y retomará los entrenamientos el viernes por la mañana en el Camp. El mismo esquema de descanso se repetirá para el 31 de diciembre y el 1° de enero.
Luego llegará la parte más exigente de la preparación: el viaje a San Martín de los Andes, previsto para el 3 de enero, y una posterior concentración en Punta del Este, donde se proyectan amistosos internacionales ante Nacional y Peñarol.
Entre el arbolito, los afectos y el descanso, Gallardo empezó a cerrar un año intenso con la cabeza puesta en lo que viene. La Navidad fue apenas una pausa y el objetivo de volver a competir hasta el final ya empezó a tomar forma.





















