El jueves en una hora cercana al mediodía caminaba por calle San Martín al 400, de la capital tucumana, cuando un ruido de bocinas me hizo prestar atención; era una camioneta que en la caja transportaba una señorita joven muy pintada, muy alegre, bailando; seguí con la mirada y en la compuerta del vehículo se había colocado un cartel lleno de brillos que decía “ingeniera industrial”. Casualmente más temprano por la mañana nos habíamos reunido con dos amigos compañeros del Nacional Promoción 69, uno de los cuales comentó que su hija, empleada en una industria/ fabrica (como la quieran llamar) muy importante radicada en Tucumán, estaba pasando estos días con preocupación y angustia por la situación que se vive en el establecimiento fabril donde ella presta servicios; debido a la disminución de las ventas del producto que se fabrica (cerveza) ha bajado tanto que empezaron las suspensiones del personal y se vienen los despidos. Volviendo a mi visión del mediodía, no pude de dejar de pensar de nuevo en la señorita de la camioneta, en su futuro. Hasta no hace mucho tiempo cualquier rama de la ingeniería tenía una salida laboral segura; muchos y muchas estudiantes eran convocadas por empresas incluso antes de recibirse (no es un cuento, fue realidad y me consta). Hoy existe una política nacional que lejos de promover la industria de cualquier sector al que pertenezca las está haciendo desaparecer; no se salva ninguna, ni grande, ni chica; ni que hablar de las PyMEs. Déficit fiscal cero le llaman; yo digo que el nombre real de esto, porque no es más que un esto, la nada misma, una cosa clonada de no se qué libro (austríaco seguro no es), a lo mejor La Divina Comedia del Dante, que describe el infierno como nadie y el objetivo sea ese; nada que ver con la Argentina Potencia que la construían hace algunos años usando Planes Quinquenales; el de ahora no sabe o no quiere ni terminar un gasoducto. Volvamos al principio, la Srta. ingeniera industrial, ¿qué pensará el lunes? Cuando la fiesta de egresada pase, ¿qué pensará su familia aun cuando su padre o madre tengan una PyME, un comercio, una tienda etc.? ¿Saben qué? Empezará a buscar otro país donde pueda ganarse la vida con las herramientas de la profesión que eligió por vocación. ¿Cómo se puede definir a un gobierno que no ejerce política, si por definición este concepto está unido con el verbo hacer y la realidad es que no hace? O si hace, otra cosa que sí sabe y mucho, a esto lo digo por mí en particular, a mí me amarga, me entristece, me aísla y sobre todo me enferma, lo que no quiere decir es que me haya vencido, ni él, ni sus aliados, ni los llamados dialoguistas; les voy a dar pelea, hoy escribo de vez en cuando algunas cartas, aprovechando la generosidad del diario que me las publica. Vayan estas líneas como mi humilde homenaje a Norita Cortiñas.
Ángel Logusso