Alquilar hoy una propiedad es un padecimiento desmoralizador absoluto. Lamentablemente aquellos que deben alquilar un lugar donde vivir deben afrontar el abuso de las inmobiliarias que poseen casi la totalidad del mercado. Los propietarios se vuelcan directamente a entregar sus viviendas para no lidiar con los trámites administrativos y los cobros por alquiler y las intimaciones en caso que no se cumplan los compromisos de contrato. El problema para los inquilinos es el inalcanzable precio que le imponen las inmobiliarias a las propiedades con la intención de sacar rédito constante, seguido de los honorarios inmobiliarios basados en el valor del precio mensual del alquiler, en casos hasta dos meses, sin olvidar solicitantes y garantes que dupliquen el valor de alquiler. Hoy para acceder a un inmueble en alquiler se necesita entre $700.000 un monoambiente y $1.000.000 aproximadamente para un inmueble de tres ambientes. Casi imposible para una familia tipo trabajadora.
Williams Fanlo