Hace 11 años que la capilla de la Candelaria espera arreglos

Un equipo de la DAU y de la Dirección de Patrimonio se encuentra en la Villa de Chicligasta para actualizar los precios del proyecto de recuperación. En el templo no se puede dar misa.

APUNTALADA. La pared de la capilla que sostiene el campanario parece a punto de caerse. Ya no se permite el ingreso de los feligreses. APUNTALADA. La pared de la capilla que sostiene el campanario parece a punto de caerse. Ya no se permite el ingreso de los feligreses.

El proyecto de recuperación de la capilla Nuestra Señora de La Candelaria de la Villa de Chicligasta tiene 11 años y por diversas vicisitudes la provincia no lo  logró concretar. Ahora un equipo técnico de la DAU y de la Dirección de Patrimonio se encuentra en el pueblo del sudeste tucumano con el afán de actualizar los precios del proyecto. El último presupuesto, que se remonta al 2023, fue estimado en $65 millones.

La labor fue encomendada por el gobernador Osvaldo Jaldo, quien se propone iniciar gestiones en la Nación para obtener los recursos que permitan ejecutar los trabajos en el templo declarado patrimonio histórico de la provincia y  nacional. Es lo que informó el arquitecto Ricardo Salim, delegado en la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos de Tucumán. “El año pasado se había conseguido $65 millones y estaba todo listo para que sean transferidos a la provincia. Pero lo congelaron en el cambio de gobierno. Después lo negaron. Es un proyecto que viene desde el 2013. O sea tiene 11 años de gestión. Primero conseguimos $45 millones, después nos subieron a $55 millones. Se llegó incluso a los $85 millones, pero nunca se recibió nada”, explicó el profesional en diálogo con LA GACETA. “Ahora estamos volviendo a dimensionar cuántos más daños hubo en la iglesia. El Gobernador pidió que actualicemos el presupuesto para ver cuánto se va  a poder conseguir para hacer algo. Es un monumento muy importante que tenemos que salvar”, agregó.

Los riesgos

Tal como ya se informó en la edición del 2 de junio de este diario, la capilla de Villa de Chicligasta corre riesgo de derrumbarse y por esa razón permanece cerrada para los fieles que oyen misa en la calle desde hace un par de años. Su construcción de adobe se remonta a 1797.

Salim explicó que el proyecto de estudio que se definió para la capilla  comprende la recuperación de todo el edificio. “Hay que ver rajaduras, revoques y cimiento. No se la puede modificar porque es un monumento histórico. Es como la Casa Histórica. Pero hay que mantenerla porque son construcciones hechas en adobe, no de hormigones. Acabamos de reinaugurar el Museo de La Banda y su intervención nos llevó 18 años de gestión”, advirtió Salim.  Apuntó que en la capilla de Villa Chicligasta “hay que resolver el tema estructural para que no se agriete de nuevo”. “El adobe se rasga en la pared, se moja y todo se complica. Entonces hay  que asegurar la estabilidad, que no se caiga nada, revocar y después hacer la cosmética. O sea la apariencia para que quede como nuevo”, precisó el arquitecto.

Agregó que “en la torre del campanario estamos sacando la medida con un puntero láser porque no queremos subir a evaluar y sacar la superficie del área a tratar”. Salim reconoció el complejo proceso que atraviesan hasta su ejecución todos los proyectos públicos. “Tenemos el Centro Cívico con unos 2.500 planos dibujados. Eso está  parado para que algún día el gobernador Jaldo nos diga ‘saquen la carpeta, actualIcen y le metamos para adelante’ ”, dijo.

Salim, recordó que  hizo  declarar monumentos históricos al teatro Alberdi, al teatro San Martín  y a la Casa de Gobierno cuando esta cumplió 100 años.

Nuevos monumentos

“Se ha hecho un libro que tiene una propuesta que contempla la declaración de todos edificios que están a la vuelta de la plaza Independencia. Es algo que  está para que lo apruebe el presidente de la Nación porque tiene que promulgarse una ley. La Comisión nacional de monumentos eleva el pedido y el primer mandatario hace un decreto. Estamos en esa tratativa”, comentó el profesional.  Las listas de monumentos y pedidos de declaración  se van modificando periódicamente, según explicó.

“La ley provincial va agregando varios edificios que los legisladores han pedido y me cabe investigar todos los antecedentes y enviar a Buenos Aires” sostuvo. Entre las nuevas peticiones figuran las ruinas de Ibatín o Primera Fundación de San Miguel de Tucumán. “El problema es que cuanto más edificios tienes, más demanda de cuidados existe. Hemos pedido también que se declare monumentos a la Villa Obrera y los Talleres de Tafí Viejo. He mandado el pedido a la Nación y también está en trámite”, expuso. “Todos los edificios son  de más de 100 años. Es decir que tienen riesgos. Ahora estamos tratando de recuperar sectores de la Casa de Gobierno como los desagües. Cuestan fortunas. También hay que reemplazar la iluminación. Pero en rigor los edificios todo el tiempo hay que hacerles mantenimiento” concluyó.

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