Mantener el hambre de gloria es la mejor virtud de la Selección

Los dirigidos por Lionel Scaloni venció 1-0 a Chile en la segunda fecha del grupo "A" y se clasificó a los cuartos de final de la Copa América.

GOL. Lautaro Martínez marcó el tanto para la victoria de la Selección sobre Chile. GOL. Lautaro Martínez marcó el tanto para la victoria de la Selección sobre Chile. @Selección Argentina

Pese a que había logrado la victoria, en el debut contra Canadá la Selección había dejado algunas dudas, sobre todo en el retroceso. Por eso, para el partido contra Chile Lionel Scaloni decidió meter tres modificaciones y el resultado fue satisfactorio.

En la previa, por nombres y peso específico, la “roja” pintaba como un rival de mucho más calibre que Canadá. Ese fue el motivo por el que el DT tomó la decisión de reforzar el tándem izquierdo (uno de los sectores que más dudas había dejado en el primer partido) con los ingresos de Nicolás Tagliafico y de Nicolás González.

La jugada salió perfecta porque Argentina fue muy superior a Chile durante casi todo el partido. Lo superó en cada uno de los sectores y en prácticamente todos los ítems (posesión de pelota, remates totales, disparos al arco, córners y mucho más).

Estaba claro que Ricardo Gareca iba a apostar por el plan por el que apostó. Si bien la formación inicial fue 4-3-3, con Alexis Sánchez acompañando a Eduardo Vargas y a Víctor Dávila; rápidamente agrupó más gente en el medio para tratar de entorpecer el traslado de pelota argentino.

Chile jugó a no dejar jugar a Argentina. Intentó cerrarle los caminos centrales, obstruirle la subida de los laterales e impedir que Lionel Messi pudiera recibir con tranquilidad y con espacios.

Y en ese contexto es donde apareció lo mejor de Argentina. La Selección no se relajó con el título en Qatar; juega con hambre de gloria siempre, con ganas de seguir escribiendo páginas doradas.

Con ese hambre es que se llevó por delante a Chile. De Paul y Mac Allister se mostraron participativos y movedizos en el medio buscando no fijar posiciones. González, si bien sobresalió más en el segundo tiempo, estuvo incansable por su banda: colaboró en la marca y llegó con fuerzas para intentar terminar las jugadas.

Toque, velocidad, desmarques y rotación fueron las virtudes de una Selección a la que le faltó un poco de tranquilidad y de precisión en los metros finales para sellar la victoria con más anticipación.

Argentina apabulló en pases totales a Chile (601 a 398). A la “roja” la pelota pareció quemarle en los pies. Excepto en un pasaje del complemento, luego de que Scaloni decidiera mover el banco, prácticamente no inquietó en ataque.

Eso sí, “Dibu” Martínez volvió a mostrar su valía. Tapó dos pelotas clarísimas en el único momento en el que Argentina bajó el ritmo. El “1” también fue clave en la victoria.

Los cambios oxigenaron al equipo; Argentina siguió buscando y encontró el tanto a la salida de una pelota parada. Sí; porque además del buen juego y de la verticalidad, la Selección ofrece otras cosas en su abanico de poderes.

De esa manera está en cuartos; lista para ir en busca de más gloria.

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