¿Por qué bajaron los homicidios en Tucumán?

Durante los primeros seis meses se registró una disminución del 40% de los crímenes con respecto a 2023. Diferentes posturas.

¿Por qué bajaron los homicidios en Tucumán?

Hoy se cierra el primer semestre del año. Es una fecha en la que los balances están a la hora del día. En materia de seguridad hay un dato que sobresale del resto: en nuestra provincia los homicidios bajaron un 40% con respecto al año pasado. Los 27 crímenes registrados en lo que va de 2024 es el más bajo de los últimos siete años, según los registros de LA GACETA, los que son confrontados con las cifras de los poderes Judicial y Ejecutivo.

Según los registros, la baja se dio en todos los ítems. Los homicidios en ocasión de robo, también llamados los crímenes de la inseguridad y que en definitiva son los que más impacto generan en la sociedad, bajaron más de un 50%. La disminución más importante se registró en los crímenes vinculados a cuestiones de tráfico o consumo de droga: de 10 casos contabilizados en 2023, en este semestre hubo dos. También se contabilizó una reducción del 50% en las muertes por violencia intrafamiliar. También hubo un decrecimiento mínimo en los homicidios por violencia intrafamiliar (de 13 a 12), que terminó siendo el móvil más común, y en los femicidios (de 3 a 2).  

El índice de homicidios es la única estadística certera en materia de seguridad. Lo es por una sola razón: no existen cifras en negro. Las de la provincia sorprendieron hasta a la mismísima ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich. En la última reunión del Consejo de Seguridad del Interior de la Nación se habló del tema. Mientras que los funcionarios de otras jurisdicciones del país advertían que los índices estaban creciendo, sólo los enviados tucumanos y santafesinos daban cuenta de un panorama diferente. La realidad de Santa Fe es entendible porque la provincia, con la ayuda de la Nación y por el efecto Rosario, saturaron de uniformados las calles. La situación de Tucumán fue materia de análisis, como ocurrió en 2020. En el año de la pandemia, en estas tierras se registró la marca histórica de números de muertes, mientras que en el resto del país descendieron.

Explicaciones

La gran pregunta es por qué bajaron los homicidios. “Podemos hablar que la baja de este indicador es una tendencia sostenida, ya que desde el récord histórico de asesinatos en 2020 sería el cuarto año de descenso. Estas cuestiones hacen suponer que hay una correlación de impacto entre la política de seguridad implementada y sus resultados”, aseguró en una entrevista con LA GACETA el especialista en seguridad Federico Pelli.

El ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, no habló de una causa, sino de varias. “En primer lugar no hay dudas de que se están viendo los resultados del nuevo código procesal penal. Con el viejo digesto, el autor de un homicidio podía estar hasta 10 años sin ir a juicio. Ahora comete el crimen, queda con prisión preventiva y antes de dos años es enjuiciado”, destacó. “También es importante la tarea que realiza la Policía. Hay un mayor y mejor análisis de la realidad con lo que se realizan planificaciones permanentemente. Eso no sólo generó una baja en los homicidios, sino también en el robo con armas. El número es importante, pero hay que seguir mejorando”, añadió.

Pelli coincidió en algunas cuestiones con el funcionario. “El aumento en los niveles de resolución de los casos de homicidios dolosos por parte del sistema de Justicia derivó en una mayor disuasión a cometer este tipo de delitos”, señaló. “Hay una mejor distribución y despliegue de la fuerza policial, orientada a su vez por mapas del delito que garantice una presencia focalizada donde realmente se la necesite y no de forma aleatoria”, añadió.

Pelli también destacó la disminución de los homicidios vinculados a cuestiones vinculadas al microtráfico o consumo de drogas. “Puede estar indicándonos una disminución del accionar de grupos semiorganizados dedicados a esta actividad ilícita, por lo que podríamos estar frente a resultados concretos de la implementación de la ley de narcomenudeo”, opinó el especialista.

Diferencias

Sí hubo una diferencia de opiniones entre los dos entrevistados. Pelli aseguró que el índice de homicidios por violencia intravecinal es el de mayor incidencia y puede indicar que hay mucho por mejorar. “Hay que trabajar desde la política de Seguridad hasta el control por parte del Estado en ciertas zonas que siguen siendo objetos de disputas. Podemos suponer que la capacidad de las autoridades aún sigue siendo baja en cuanto al esclarecimiento de hechos que allí se registra y la disuasión para que no ocurran”, comentó.

En cambio, Agüero Gamboa ponderó la articulación que existe en el Estado. “Por ejemplo puedo citar el trabajo que estamos realizando en conjunto con el ministerio de Desarrollo Social. Creo que el trabajo que están llevando adelante las áreas de la Secretaría de la Mujer y de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia es muy importante porque no sólo dan respuestas inmediatas ante algún conflicto, sino que también capacitan al personal de la policía”, explicó. “No menos importante es el trabajo que están haciendo con las adicciones que, con la aplicación de la ley de narcomenudeo, nos permiten haber disminuidos los crímenes vinculados al comercio y al consumo de drogas”, agregó.

El titular del área de Seguridad prefirió no adelantar sobre lo que puede suceder en los próximos años. “Por supuesto que nuestra intención es seguir mejorando los índices. Para conseguir ese objetivo vamos a seguir articulando acciones con otras áreas del Estado. También serán importantes las inversiones que decidió realizar el gobernador Osvaldo Jaldo en la compra de camionetas y en la instalación de cámaras de seguridad”, anunció Agüero Gamboa.

“Sin dudas que estas son estadísticas positivas, aunque se debe seguir trabajando en bajar los índices de otros delitos, ya que la baja de homicidios no disminuirá la percepción de inseguridad en territorios que mantienen altas tasas de robos”, aseguró Pelli. “Es difícil anticipar lo que podría ocurrir en los próximos seis meses, pero sí podemos asegurar que sosteniendo los números del primer semestre, se podría registrar el mayor descenso de los crímenes en los últimos 12 años”, finalizó.

Debate abierto

Del reconocimiento, pasando por las dudas, hasta el pedido de más y mejores resultados

“La tasa de homicidios es un indicador muy importante, porque es el único que, considerando el espectro delictivo general, no admite cifras negras”, sostuvo el legislador republicano Ricardo Bussi. “Pero la sociedad no se guía por estadísticas y sus sentimientos de inseguridad, angustia y temor en Tucumán, alcanzan niveles elevados”, añadió.

“Números más, o menos, hay que recordar que Tucumán se encuentra en triple emergencia (seguridad, carcelaria y adicción) desde el año 2017, emergencia que sin políticas públicas concretas seguirá en prórroga. Cada homicidio no ocurre en un vacío. Impacta de lleno en una sociedad, sobre todo cuando esta se encuentra tan sensibilizada como la nuestra por la inacción y la impericia. Cada caso en particular nos interpela y nos duele porque bajo ninguna circunstancia no queremos que Tucumán se convierta en Rosario”, destacó Bussi.

“Debemos tener en cuenta que las estadísticas oficiales son las proporcionadas por los ministerios de seguridad, es decir, datos recogidos por la intervención policial ante un hecho de inseguridad que deriva en un homicidio”, explicó el legislador radical José Cano. “Si bien es cierto que los muertos no se pueden esconder, sí se pueden escapar a estos relevamientos, ya que muchas veces ingresan a centros de asistencia personas heridas que posteriormente fallecen y no fueron tomados en esas cifras oficiales”, agregó.

“Es necesario sincerar los números reales de quienes fueron víctimas, ya que de lo contrario difícilmente se propondrán acciones acertadas para reducir la inseguridad y sólo serviría como un eslogan más para quienes gobiernan”, finalizó Cano.

“Esta baja de homicidios está directamente relacionada a la disminución de los robos a mano armada. Ya no hay tantas armas en las calles”, aseguró el legislador oficialista Carlos Najar. “En esto tiene mucho que ver la aplicación del nuevo código procesal penal. El que delinque termina en la cárcel”, agregó. “Lo que sí es sorprendente en el presente contexto socioeconómico hayan bajado los homicidios”, sostuvo.

Temas Tucumán
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios