Por vía terrestre.- Raúl Jalil fue el primer gobernador en llegar a esta ciudad para participar de los actos por los 208 años de la Declaración de la Independencia. El catamarqueño vino vía terrestre y se instaló en el hotel Sheraton donde mantuvo reuniones informales con varios referentes políticos. Tomó un café con el ex presidente de la Nación, Adolfo Rodríguez Saá. Asimismo, el mandatario mantuvo otro encuentro con el rector de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) Sergio Pagani, respecto de Yacimientos Mineros Aguas del Dionisio (YMAD), ente en que el Estado vecino y la casa de altos estudios tienen participación.
Brigada antiexplosivos.- Un escuadrón de la Policía Federal Argentina ingresó al Sheraton para realizar el control antiexplosivos, habitual en cada visita presidencial. Esta vez hubo un mayor celo respecto del operativo montado para recibir a Javier Milei. Cinco efectivos de esa brigada, junto con dos canes, recorrieron las instalaciones del hotel ubicado frente al parque 9 de Julio. Con el correr de las horas se desechó la posibilidad que el jefe de Estado pasara por el establecimiento antes de dirigirse a firmar el Pacto de Mayo.
La ausencia de la vice.- Una de las grandes dudas planteadas en el hall del hotel Sheraton ha sido la llegada a esta ciudad de la vicepresidenta, Victoria Villarruel. Anoche había trascendido que, por cuestiones de agenda, la presidente del Senado no vendría a los actos en Tucumán. Incluso, varios ministros no podían dar certezas acerca de la asistencia de la compañera de fórmula de Milei. Al final, se cumplió lo que se venía sosteniendo: la compañera de fórmula de MIlei no participó de los actos. Sus colaboradores justificaron la ausencia debido a un cuadro gripal que la obligaba a hacer reposo.
Obsequios.- Todos los mandatarios que llegaron a esta ciudad recibieron un obsequio: el gobernador anfitrión, Osvaldo Jaldo, eligió un juego de mate con relieves de plata tallados a mano y una bandeja. Además, les entregaron una caja con productos regionales. También se obsequiaron ponchos tucumanos. En el hotel, por ejemplo, el cordobés Martín Llaryora retribuyó el gesto con otro regalo: un poncho blanco del Suquía, tradicional en la provincia mediterránea.
Minicumbre.- Pasadas las 19 de ayer, Jaldo llegó al hotel ubicado frente al parque 9 de Julio. En el entrepiso de ese edificio, saludó a sus pares e intercambiaron algunos comentarios acerca del Pacto de Mayo. En ese lugar se sirvieron empanadas y cazuela hasta tanto se aproximara la hora de traslado hacia la Casa Histórica. Fueron muy pocos los mandatarios que se quedaron a pernoctar.
Encuentro macrista.- El ex presidente Mauricio Macri llegó a Tucumán y no hizo declaraciones. El líder del PRO fue acompañado por la ex gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, por el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires -su primo-, Jorge Macri, por el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, y por el diputado Diego Santilli. Todos ellos -además del santafesino Maximiliano Pullaro- mantuvieron un breve encuentro privado cuando el resto de los gobernadores se dirigían hacia la combi que los transportó hasta la Casa Histórica. No trascendieron detalles de lo hablado, pero sí se especuló con un alineamiento de esa ala del PRO en medio de la interna abierta con la actual ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Políticos, artistas y turistas.- El hotel estuvo colmado. Las 124 habitaciones estaban ocupadas y la suite presidencial a disposición de Javier Milei por si quería pernoctar en Tucumán si el clima no le permitía al avión despegar. Durante toda la jornada transitaron políticos de todas las ideologías. El hall y el bar estuvieron abarrotados de clientes. En medio de la turba asomó Panam, la cantante y actriz que vino a amenizar la Fiesta de la Independencia. El senador ruralista Alfredo de Ángelis no pudo resistir la tentación de una selfie. Lo mismo pasó con el gobernador Osvaldo Jaldo. Mientras los funcionarios provinciales recibían a los mandatarios visitantes, en el mostrador principal del hotel los integrantes de la banda cordobesa Q’Lokura realizaban el check-in antes de actuar en un club popular de esta ciudad. La mayoría de las personas que se encontraban en el hotel tenían un objetivo: conocer en persona a Javier Milei. No pudieron hacerlo. Pasada las 23 quedó todo desierto.
Cumbre turística.- Daniel Scioli fue a saludar a los gobernadores. El secretario de Deportes, Cultura y Turismo de la Nación también fue parte de la comitiva que acompañó al Presidente de la Nación en los actos por el Día de la Independencia. El ex motonauta se ubicó en el restaurante del hotel donde mantuvo un encuentro con el titular del Ente Tucumán Turismo, Domingo Amaya, y con la vicepresidenta de ese organismo, Inés Frías Silva, que tuvo a cargo la coordinación de la entrega de los regalos a los visitantes.
Gabinete a pleno.- Ningún miembro del gabinete provincial tuvo descanso. Así, los ministros Daniel Abad (Economía y Producción), Regino Amado (Gobierno y Justicia), Susana Montaldo (Educación) y Santiago Yanotti (Obras Públicas), además de la fiscala de Estado, Gilda Pedicone de Valls, y del secretario general de la Gobernación, Federico Nazur, fueron los encargados de recibir a los gobernadores. Junto a ellos en el hotel también estuvieron los secretarios Raúl Albarracín (Gobierno) y Eduardo Castro (Producción). Federico Masso (Desarrollo Social) mantuvo contactos con las organizaciones sociales. En el aeropuerto el titular de Salud, Luis Medina Ruiz, coordinó la tarea de seguimiento de los funcionarios visitantes, al igual que Eugenio Agüero Gamboa, que se encargó de la seguridad presidencial. Otro que trabajó silenciosamente en el operativo fue el ministro del Interior, Darío Monteros, que tuvo la tarea de coordinar la Fiesta de la Independencia y la desconcentración del público presente antes del acto de medianoche.
Dentro de lo previsto.- Los funcionarios del gabinete de Jaldo comparten un grupo en WhatsApp en el que se envían fotos, además de los mensajes habituales de coordinación gubernamental. En uno de ellos se definió quiénes recibirían a los gobernadores con un esquema en el que se estableció hasta la hora del arribo al aeropuerto. El cronograma se cumplió a la perfección, con una mínima demora de 10 minutos, en el peor de los casos.