Por qué el frío causa la muerte de la planta

Por qué el frío causa la muerte de la planta

Un grueso número noticias que se vienen dando desde el jueves está referido a las heladas que se dieron en la provincia y en el país. Esto se debe a que el frío está generando inconvenientes en diferentes producciones agrícolas ganaderas de importancia, tanto económica como social.

Las temperaturas que alcanzan o se acercan mucho a los 0° C generan en las plantas y en los animales efectos perjudiciales, ya que no se cumplen ciertos procesos metabólicos, y esto termina con la vida de plantas o animales.

En las plantas los efectos por frío aparecen entre los 15° C y los 0° C. En la mayoría de las plantas, una temperatura inferior a 10º C se considera por debajo del óptimo de crecimiento. Y por debajo de los 0° C suele producirse muerte celular, porque se forman cristales de hielo dentro de las células. El frío también provoca déficit hídrico en el interior de la planta, por la pérdida de agua dentro de sus células.

Es interesante conocer por qué se debe evitar que se forme hielo dentro de los tejidos vegetales. Para ello, tomamos de ejemplo lo que pasa si colocamos una botella de vidrio llena de agua en el freezer. La botella estalla.

En general cualquier sustancia se contrae con el frío; pero en el caso del agua ocurre todo lo contrario. Y la fuerza de la expansión es suficiente para reventar la botella. Pues con las plantas, sucede lo mismo. El agua supone hasta el 90% del peso de las especies herbáceas, y más del 50% en las leñosas; es decir, las plantas están compuestas mayoritariamente de agua: las células que componen los tejidos tienen agua que las rodea y agua en su interior.

Si las temperaturas del aire circundante disminuyen y se acercan a los 0° C el agua se congela; y al congelarse se agranda y empuja hacia afuera en el lugar donde está contenida. Su presión es tan fuerte que rompe los tejidos vegetales. Lo que realmente daña las plantas no son las temperaturas frías, sino la formación de hielo. Y la gravedad del daño depende, principalmente, de la rapidez y de la intensidad del enfriamiento antes de congelarse.

El fenómeno de las heladas es un gran problema para los productores agrícolas de cualquier parte del mundo. En líneas generales, estas pueden clasificarse en blancas y negras. Las blancas se producen con frío y humedad: cuando las temperaturas alcanzan valores negativos y hay bastante humedad ambiental aparece lo que conocemos como escarcha; esa helada o pequeños cristales que cubren de blanco la superficie del follaje de las plantas.

Las heladas negras -más peligrosas- aparecen cuando las temperaturas descienden por debajo de los 0° C, pero no se forma hielo sobre las plantas, ya que la humedad ambiental es muy baja. El aire es tan seco que no existe condensación. Al no producirse la escarcha no hay protección, por lo cual ese frío seco actúa directamente sobre la estructura interna de la planta.

En este sentido, el daño directo por helada ocurre cuando se forman cristales de hielo dentro del protoplasma de las células (helada intracelular), mientras que el daño indirecto puede ocurrir cuando se forma hielo dentro de las plantas, pero fuera de las células (helada extracelular). En cualquier caso, se forma hielo dentro del tejido vegetal que origina daño celular y produce ese típico color negruzco, perjudicial para cualquier clase de cultivo.

Ante estas condiciones las plantas buscarán aclimatarse; es decir, intentarán adquirir una mayor resistencia al estar expuestas a bajas temperaturas y a heladas, a expensas de cambios celulares y de alteraciones metabólicas con la correspondiente reducción en la calidad y disminución de la productividad.

Se considera helada cuando la temperatura del aire a 1,5 metro del suelo, es igual o inferior a 0° C. Pero si hablamos desde un punto de vista netamente agrícola podemos decir que una “helada” se produce cuando la temperatura del aire desciende hasta un punto en que se provocan daños en los tejidos vegetales, hay que tener en cuenta que para algunos cultivos, esos daños se producen a temperaturas superiores a los 0° C.

El daño ocasionado varía según el momento en que la planta se encuentra (estado fenológico) como puede ser dormición, brotación, fructificación o madurez y, por supuesto, por la intensidad de la helada, tiempo de exposición y ubicación geográfica del cultivo entre otros.

Las heladas se clasifican en heladas por radiación y en heladas por advección; y en las plantas ambas provocan daño de diverso tipo. En general, los productores toman medidas para disminuir los efectos del frío, con diversos métodos -pasivos o activos-, según lo que tengan a su alcance.

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