VIAJES
SUELTO EN ÁFRICA
SANTIAGO LEGARRE
(Claridad - Buenos Aires)
Con este libro el autor culmina su “trilogía africana”, que empezó con Un profesor suelto en África (2016) y siguió con El safari de la vida (2019). Para quienes no lo conocen, Legarre es un profesor de alma, pero, como él mismo reconoce, el derecho no fue su primer amor, aunque lo volvería a elegir. ¿Entonces? Pues es su amor, fanatismo y, hasta diría, locura, por los animales, el motor que lo impulsó a enseñar en Kenia. Sus peripecias giran en torno a eso, al punto tal que terminó en una Escuela de Negocios dando clases por zoom (cosa que aborrece), todo por volver a Kenia y sus safaris.
En poco más de un centenar de páginas, Legarre organiza los 25 capítulos alrededor de las personas y las relaciones afectivas. Es, por lejos, el libro que más profundiza en los vínculos humanos. En una época como la actual, donde parece ser que las redes sociales son más asociales que nunca, no es poco.
Para los amantes del lenguaje que se entiende, sin florituras ni dobleces, este es su libro. La brevedad, sin llegar al laconismo, no es un obstáculo para que el autor deje mensajes impactantes a partir de sus experiencias africanas. Puede ser alrededor de la infidelidad, como cuando Cornelius, casado, le presenta a su peluquera en el medio de una salida y lo deja perplejo. O puede ser sobre el afán por dar buenas impresiones, como cuando un anfitrión le insiste en acompañarlo a misa porque supuestamente va todos los domingos y ¡finalmente descubre que no iba hace añares!
El humor en este libro ha quedado en segundo plano. Si bien hay algunas anécdotas que le sacarán una sonrisa a los lectores, estimo que el libro es el más reflexivo de todos del autor. Tal vez porque los años le dieron la perspectiva necesaria para valorar lo construido entre viajes, clases, safaris, el ejercicio de periodismo amateur: vínculos fuertes, amistades fraternas y, por qué no, relaciones cuasi filiales con varios de sus alumnos.
Quien no sea del team África o, como yo, tenga serios prejuicios sobre el continente, como el hambre, la pobreza y el atraso, encontrará la puerta de entrada a un mundo donde existen la hospitalidad y la confianza. Ojo, también el atrevimiento que muchos considerarían rayano en el acoso como el de la camerunés Bate con el decano George.
Si usted es tan ignorante como lo era yo al empezar a leer a Legarre, creerá que un safari es una cacería sangrienta. Grave error, en Kenia el safari es pura observación, con paciencia que no es para todos, de la fauna de la sabana (no de la selva) y el autor lo aclara, junto al origen de su ¿manía? ¿afición? ¿pasión? en El Safari y yo.
Aunque insiste en que se siente suelto en África, en el sentido de “quien se sabe libre de ataduras y se mueve a gusto”, me parece que Legarre está atrapado por el gran continente. África, tal como hizo con el aventurero Allan Quatermain, no lo suelta, aunque este diga lo contrario.
© LA GACETA
Agustín Eugenio Acuña
Perfil
Santiago Legarre (Buenos Aires, 1968) es doctor en Derecho, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad Católica Argentina e investigador del Conicet. También es profesor visitante en la University of Notre Dame, en Estados Unidos, y en Strathmore Law School, en Kenia. De su paso por África nació su trilogía.