Liberan a rugbiers franceses acusados de violación en Mendoza, pero deben quedarse en el país

Dispusieron "el recupero de la libertad de los coimputados disponiéndose de la conservación del resto de las medidas de coerción".

Oscar Jégou y Hugo Auradou, rugbiers franceses acusados de violación. Oscar Jégou y Hugo Auradou, rugbiers franceses acusados de violación.
12 Agosto 2024

Los rugbiers franceses acusados de violación en Argentina, Hugo Auradou y Oscar Jegou, que permanecían en prisión domiciliaria tras ser detenidos el 8 de julio, fueron liberados hoy, pero deberán quedarse en el país hasta finalizar el juicio, informó la fiscalía en un comunicado.

La fiscalía dispuso "el recupero de la libertad de los coimputados disponiéndose de la conservación del resto de las medidas de coerción", entre estas la retención del pasaporte, prohibición de la salida del país y prohibición del contacto por cualquier medio con la denunciante, dijo este lunes a la prensa Martín Ahumada, vocero del poder judicial de Mendoza, donde habrían ocurrido los hechos denunciados.

La semana pasada, Nora les tomó declaración indagatoria en el Polo Judicial, oportunidad en la que ambos respondieron durante seis horas las preguntas del funcionario y del resto de las partes.

Para la defensa, encabezada por Rafael Cúneo Libarona, hubo contradicciones en el relato de la denunciante y sostiene que la relación sexual fue consentida.

Del otro lado, la abogada de la querella, Natacha Romero, asegura que fue una violación y cree que hay muchas pruebas que comprometen a los integrantes del seleccionado de Rugby de Francia.

El relato de la denunciante

Según el testimonio de la denunciante, ella conoció a uno de los jugadores en el VIP del boliche Wabi, en la ciudad de Mendoza. Tras tomar algunos tragos, se dirigieron en taxi al hotel donde él, jugador del seleccionado francés de rugby, se alojaba con el resto de la delegación. En la habitación 603, él la invitó a "tomar algo", pero al entrar, la sujetó sin mediar palabras y la violó.

La víctima relató que, mientras era sometida, se escucharon golpes en la puerta y otro joven entró, participando también activamente en el ataque sexual. Ninguno de los dos usó preservativo, y los detalles del abuso son perturbadores. 

La mujer declaró que, después de horas de abuso, notó marcas de golpes, mordidas y estrangulamiento en su cuerpo. Finalmente, logró salir de la habitación a las 8:35 del domingo y se dirigió a su casa.

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