16 Agosto 2024
Para los bikers que corren el Trasmontaña el objetivo no es solo cruzar la meta, cada participante tiene un motivo particular para subirse a la bicicleta y competir. Uno de esos casos es el de Felipe López Romero, un andaluz que cruzó el Atlántico con un fin que iba mucho más allá de completar el recorrido de 46,6 kilómetros.
Ayer, a modo de previa, el español decidió tantear el terreno. Junto a sus compañeros de equipo Raúl, Andrea, Juan Carlos e Ignacio, los bikers realizaron una serie de pruebas en la calle 15 de San Javier. “Es muy técnica. Esperamos encontrarla sin tráfico para bajar fluido”, indicó en diálogo con LG Play.
¿Cómo se gestó el viaje de los andaluces a Tucumán? Según explicó Felipe, unos compañeros del equipo Reyna participaron el año pasado y compartieron el entusiasmo por competir en las montañas tucumanas.
“Es la primera vez que vengo”, dijo, aunque explicó que la visita a la provincia tiene un trasfondo solidario. “El fin del proyecto, aparte de ser competitivos, es de índole social. La idea es apadrinar un niño argentino por medio de la ONG “Haciendo Camino”, y tuvimos la suerte de visitarlos y nos quedamos pasmados porque luchan contra la desnutrición de los niños. Vivimos un momento emocionante. Eso ya hizo valer el viaje. La calle 15 ha sido la guinda de la tarta. Esperamos triunfar mañana”, comentó.
¿En qué consiste el aporte de los andaluces? “El amigo Juan contactó a una compañera, que fue la fundadora de “Haciendo Caminos”. Implica aportar para los niños que están desnutridos. Las imágenes que nos mostraron parecía que estábamos en África. Han sido 30 euros durante 18 meses, aunque muchas veces se prolonga”, explicó.
Felipe, asimismo, recordó cómo fue la visita a la organización. “Conocimos a una chica, que se llama ‘Moni, hizo 17 kilómetros con su bicicleta que la aportamos nosotros el pasado año. Justo llegó cuando nos estábamos yendo del lugar. Vino con su niña de tres años, cargada en el caño de la bicicleta y con un paquete, nos trajo un regalo en agradecimiento. Eso nos emocionó”, señaló.
“Muchas veces pasa que tenemos bicicletas abandonadas en el garaje. Entonces, con los chicos que venimos, las utilizamos para aportar en la causa”, agregó.
También López Romero asegura que el propósito principal es darle visibilidad a la acción de “Haciendo Camino”. “Vimos un chico, con una edad avanzada, y pesaba tres kilos. Fue un momento emocionante, pero también lo pasamos mal por lo que estábamos viendo. Lo vivimos de primera mano a todo el trabajo que hace “Haciendo Camino”. Recordar lo que hicimos nos pone los pelos de punta y es algo que nos quedará para siempre”, expresó.
“Pudimos comprobar que nuestro dinero está siendo utilizado de manera correcta. Muchas veces pasa que uno aporta y el dinero no llega. Pero en este caso no fue así”, agregó
En cuanto a la carrera, Felipe correrá por primera vez junto a su hijo Raúl. “Él es profesor de un colegio de niños de seis a 12 años, y sus alumnos les escribieron cartas a los niños de “Haciendo Camino”. No estaba previsto eso, y fue una sorpresa muy bonita que cuando llegamos nos leyeron esos textos. Si hubiese estado la televisión, se hubiese largado a llorar media Argentina. A nosotros nos salieron las lágrimas porque no sabíamos que nos iban a recibir de ese modo”, retrató.
“Va a ser una carrera única. Tenemos muchas expectativas de cómo se va a desarrollar. Más que competir, esperamos disfrutar de todo el recorrido”, cerró, con la expectativa de hacer una gran carrera en los cerros tucumanos.
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