El informe de las tragedias ocurridas este fin de semana en caminos y rutas del sur provincial volvió a poner en debate la emergencia vial que padece la provincia y las dificultades para hallar salidas al respecto. Tres personas fallecieron en distintos percances viales, dos de ellas en la vieja ruta 38 a la altura de Río Seco, y otra en Bella Vista. Hace un mes, precisamente, se dio cuenta de la peligrosidad de las trazas nueva y vieja de la ruta 38 y de la nacional 157, que se han constituido en escenarios de movimientos intensos de vehículos que, con frecuencia, protagonizan accidentes con saldos de muertos y heridos.
Uno de los choques en Río Seco ocurrió cerca del puente, un sector que, desde la caída de la vieja estructura, hace cuatro años, se ha convertido en un cuello de botella porque es la única posibilidad que hay para circulación hacia Arcadia, Concepción y otras comunidades del sur. Los vecinos han hecho pedidos formales y realizado protestas por el colapso vial diario en ese cruce. Sobre esa ruta transitan vehículos grandes, medianos, pequeños, transeúntes, ciclistas y carros a tracción de sangre. Hay accidentes, entorpecimiento vial y todo tipo de contratiempos.
En el sur tucumano los tramos de mayor riesgo, por la intensidad del tránsito, y que se advierten a lo largo de las trazas nueva y vieja de la 38, son además del de Arcadia-Río Seco, el de Concepción-Aguilares, y el de Villa Quinteros-León Rougés. En Concepción y Aguilares hubo más de 10 muertos y alrededor de 15 heridos en lo que va del año. “Por aquí circulan carros cañeros, transportes de limón, y la entrada y salida a comercios y fincas cañeras es permanente. Desde Concepción parten los ‘trencitos’ de autos que se extienden hasta tres kilómetros. De ahí que cualquier descuido o imprudencia desencadena un accidente. Aquí casi todos los días se ve alguno”, dijo un vecino de Alto Verde que vive a orillas de la ruta 38. En todos los tramos hay varias salidas de caminos secundarios y terciarios, comercios de mercaderías, repuestos y moteles.
Por su parte, el director de la Policía Científica de la Regional Sur dijo que aunque el 80% de los accidentes se producen por factores que están vinculados con errores humanos y el incremento excesivo del parque automotor, también tiene una incidencia importante el factor ambiental. Este último incluye el humo que invade en estos días las carreteras por las quemas de cañaverales o pastizales. El mal estado de conservación de estas, con baches y sin demarcaciones, es considerado como otro factor que impacta en la seguridad en los caminos.
Los funcionarios mencionan la falta de respeto a las normas, las altas velocidades y los malos hábitos de conductores, que no cambian a pesar de los controles. Pero es evidente que el incremento de los siniestros viales y las tragedias que se generan requiere una estrategia consensuada entre la provincia y las municipalidades y comunas de las zonas críticas, a fin de que se logre atenuar esto que hace tiempo se ha llamado la “epidemia vial”.