Un hombre con pedido de captura internacional fue detenido por la Policía este sábado en Córdoba cuando intentaba ingresar al estadio Mario Kempes para ver el partido entre Talleres y Estudiantes. El individuo, de 34 años, fue identificado gracias al sistema de reconocimiento facial en los controles de acceso al estadio, lo que permitió a las fuerzas policiales actuar rápidamente sin que el prófugo ofreciera resistencia.
La captura fue posible gracias al Sistema Federal de Comunicaciones Policiales (SIFCOP), que confirmó el requerimiento judicial emitido por el Juzgado de Ejecución Penal de Morón, en Buenos Aires. Aunque no se informó el delito exacto por el cual era buscado, el sistema de seguridad en los accesos al estadio fue clave para su detención. Este caso recuerda a la famosa escena de la película argentina “El secreto de sus ojos”, donde un prófugo es atrapado por ir a ver a su equipo, resaltando cómo la pasión por el fútbol puede delatar a un fugitivo.
En febrero de este año, se produjo un caso similar en La Plata, cuando un hincha de Gimnasia, prófugo durante 16 meses por un ajuste de cuentas, fue detenido al intentar asistir a un partido contra Huracán en el estadio del Lobo. Braian Quiroles, de 27 años, tenía cargos por “homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa y portación ilegal de arma de fuego de uso civil en concurso real”, y fue capturado en las inmediaciones del estadio antes del inicio del partido.
Ambos casos destacan la efectividad de los controles de seguridad y la cooperación entre las fuerzas policiales para identificar y detener a personas con antecedentes judiciales, incluso en eventos masivos como los partidos de fútbol. Esta combinación de tecnología y estrategia policial demuestra que la pasión por el deporte puede ser un talón de Aquiles para aquellos que intentan evadir la justicia.