12 Septiembre 2024
FOTO EFE
Bolivia ha recurrido a la técnica de bombardeo de nubes con yoduro de plata para provocar lluvias y combatir los incendios forestales que afectan al oriente del país. Esta medida, llevada a cabo por aviones de la Fuerza Aérea Boliviana, busca reducir los daños causados por los incendios, que hasta la fecha han devastado cerca de cuatro millones de hectáreas, incluyendo un 40% de bosques y un 60% de pastizales. El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, destacó que las condiciones meteorológicas actuales son favorables para esta intervención.
En respuesta a la crisis, el gobierno de Bolivia, liderado por el presidente Luis Arce, ha decretado una pausa ambiental ecológica que prohíbe las quemas para expandir áreas agrícolas. También se ha declarado emergencia nacional y sanitaria, con la intención de solicitar ayuda internacional. Santa Cruz, la región más afectada, enfrenta serias consecuencias con más de 703 familias damnificadas y 21 viviendas destruidas. Regiones amazónicas como Beni y Pando también sufren el embate de los incendios.
La situación es crítica, como lo refleja el testimonio del alcalde de San Miguel de Velasco, Pedro Damián Dorado, quien viajó a La Paz para solicitar ayuda gubernamental tras ver cómo su comunidad es consumida por el fuego. Los incendios se originan en prácticas agrícolas tradicionales, exacerbadas por leyes permisivas y la sequía, que han permitido la expansión incontrolada de la frontera agrícola y la propagación de incendios descontrolados. A pesar de las lluvias ligeras registradas recientemente, la magnitud de los incendios supera la capacidad de control humano.
Los incendios no solo destruyen vastas extensiones de terreno, sino que también deterioran la calidad de vida y el entorno natural. Según expertos ambientales, las quemas agrícolas que se salen de control son una de las principales causas de la emergencia actual. Marco Rojas, representante de Plan International en Bolivia, destacó el impacto negativo que estos incendios tienen en las condiciones de vida, agravando aún más la situación en las comunidades afectadas.
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