"Prohibir las fiestas electrónicas sin más no resuelve el problema", dicen en Vuelo Controlado

Verónica Chrabolowsky, creadora de una ONG que brinda cuidados en eventos masivos, expresó que ante el consumo de drogas hay que aplicar una estrategia de reducción de riesgos y de daños.

CUIDAR AL PÚBLICO. Los voluntarios de la fundación Vuelo Controlado dan aire a los concurrentes de eventos masivos. / INSTAGRAM @vuelocontrolado CUIDAR AL PÚBLICO. Los voluntarios de la fundación Vuelo Controlado dan aire a los concurrentes de eventos masivos. / INSTAGRAM @vuelocontrolado

Las fiestas electrónicas están prohibidas en Tucumán, al menos hasta que se genere un protocolo de seguridad. Así lo anunció el gobernador Osvaldo Jaldo tras una reunión con productores de este tipo de eventos. El argumento del Gobierno para imponer la restricción es que en esos ámbitos se consume droga. Para conocer y entender este tema y sus posibles abordajes, LA GACETA entrevistó a Verónica Chrabolowsky, la psicóloga creadora y presidenta de la fundación mendocina Vuelo Controlado. La especialista puso en duda que la prohibición vaya a cortar el consumo de drogas, y bregó por adoptar el enfoque de la reducción de daños y de riesgos.

Respecto de la medida del gobernador tucumano, Verónica comentó: “lo ideal es que las fiestas puedan realizarse de manera segura. Prohibirlas sin más no resuelve el problema; lo que se necesita son medidas concretas que incluyan tanto la seguridad como el bienestar de los que van”.

Vuelo Controlado nació en 2016 como respuesta a la tragedia ocurrida en la Ciudad de Buenos Aires durante la fiesta Time Warp, donde cinco personas fallecieron y decenas fueron hospitalizadas por intoxicación con drogas sintéticas. “Ya había visto en festivales en otros países cómo se aplicaban estrategias de reducción de riesgos y daños. Después de lo que pasó aquí, sentí que había que crear algo similar”, explicó la presidenta de la fundación.

LÍDER. Verónica Chrabolowsky, creadora de Vuelo Controlado, con frutas para la hidratación de los asistentes. / INSTAGRAM @vuelocontrolado LÍDER. Verónica Chrabolowsky, creadora de Vuelo Controlado, con frutas para la hidratación de los asistentes. / INSTAGRAM @vuelocontrolado

Con 20 años de experiencia como psicóloga y una afinidad por la cultura electrónica, Chrabolowsky lidera una organización que busca equilibrar el disfrute de la música con la protección de la salud de los asistentes. Durante las fiestas, el equipo de Vuelo Controlado provee frutas, agua, preservativos, información, ventilación y espacios de descanso para quienes lo necesiten.

Cuando los asistentes ven el puesto de Vuelo Controlado, ya saben que disponen allí de un espacio seguro. "Estamos ahí para cuidar a la gente. Y estamos atentos a las personas que podrían entrar en una situación de riesgo", comentó Chrabolowsky. Esta interacción constante permitió a la fundación construir una relación sólida con la comunidad de amantes del género musical electrónico.

PUESTOS DE HIDRATACIÓN. En las fiestas, Vuelo Controlado prepara espacios de descanso para quienes lo necesitan. / INSTAGRAM @vuelocontrolado PUESTOS DE HIDRATACIÓN. En las fiestas, Vuelo Controlado prepara espacios de descanso para quienes lo necesitan. / INSTAGRAM @vuelocontrolado

Menos riesgos, más diversión

La fundación Vuelo Controlado cuenta con más de 100 voluntarios. “Muchos son especialistas del área de salud, médicos y psicólogos, mientras que otros provienen de la propia comunidad electrónica”, detalló la presidenta. Desde la organización creen fielmente en su eslogan “menos riesgos, más diversión”, y, con este pensamiento, colaboran con universidades y el Estado para cubrir espectáculos masivos y brindar asistencia integral.

“Nos aseguramos de que la gente esté informada, no sólo sobre los riesgos asociados a las sustancias psicoactivas, sino también sobre el cuidado del cuerpo en general durante las fiestas. Nuestra postura no es abstencionista, sino de reducción de riesgos: buscamos aumentar la percepción de riesgo, pero sin juzgar las decisiones personales”, afirmó la presidenta.

PREVENCIÓN. Los voluntarios ofrecen información sobre la salud y el uso de drogas. / INSTAGRAM @vuelocontrolado PREVENCIÓN. Los voluntarios ofrecen información sobre la salud y el uso de drogas. / INSTAGRAM @vuelocontrolado

La comunidad electrónica se muestra agradecida por los cuidados físicos y psicológicos que se les brindan durante los eventos, y los productores de fiestas reconocen el valor de contar con un equipo que vela por la salud de los asistentes. "Nuestro objetivo es que las personas vuelvan a sus casas caminando, independientemente de cómo elijan vivir la fiesta", aseguró.

Reconocida por su trabajo en Mendoza y Buenos Aires

La iniciativa Vuelo Controlado comenzó como un grupo de trabajo con amigos y colegas del ámbito de la salud. Con el tiempo, se consolidó como una fundación formal, con presencia en varias provincias. Su labor incluso fue reconocida por las legislaturas de Mendoza y de la Ciudad de Buenos Aires con una declaración de interés por el proyecto cultural y sanitario. En Mendoza, trabajaron en conjunto con los municipios y el Gobierno en festivales que reunieron hasta a 50.000 personas. Además, colaboran con el Plan Provincial de Adicciones, uniendo esfuerzos con organizaciones estatales que a menudo carecen de personal suficiente. "La apertura de Mendoza hacia políticas de reducción de riesgos es increíble", subrayó Chrabolowsky.

PARA CONTRARRESTAR LOS PELIGROS. Los voluntarios se encargan de que todos vuelvan caminando a sus casas. / INSTAGRAM @vuelocontrolado PARA CONTRARRESTAR LOS PELIGROS. Los voluntarios se encargan de que todos vuelvan caminando a sus casas. / INSTAGRAM @vuelocontrolado

La situación en Tucumán y la estigmatización

El caso de Tucumán evidencia cierta demonización de las fiestas electrónicas, según Chrabolowsky. La especialista señaló que todas las fiestas, independientemente del tipo de música, conllevan riesgos de consumo de sustancias, y que enfocarse únicamente en la electrónica es "discriminatorio y estigmatizante".

Para Verónica, lo que está pasando en la provincia con este asunto es una oportunidad para pensar en abordajes y soluciones como la que propone Vuelo Controlado. Ella cree que es hora de hacer un trabajo pionero en el norte del país que aproveche el semillero de profesionales formados en reducción de riesgos que ofrecen las universidades de la provincia. "Me gustaría plantearlo como una alternativa en Tucumán. Creemos que es posible generar un cambio real si logramos unir esfuerzos", meditó Chrabolowsky. 

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