Misión cumplida: Atlético Tucumán volvió a sumar y no le convirtieron goles en su visita a La Paternal

El primer tiempo fue vibrante y el "Decano" coqueteó con el gol, en el complemento el partido se planchó y el 0-0 no se movió del tablero.

Matías Nápoli - Especial para LA GACETA Matías Nápoli - Especial para LA GACETA

Volver a sumar. En esas tres palabras se resume el valor del empate a cero que Atlético Tucumánrescató de su visita al estadio Diego Armando Maradona: cortó el espiral descendente en el que lo habían colocado las duras derrotas ante River y Belgrano, con cuatro goles encajados en cada uno de los traspiés.

Ante un Argentinos Juniors en versión más que modesta y en reconstrucción bajo el interinato de Cristian Zermattén,  el “Decano” mejoró en algunas facetas de juego, aunque igualmente estuvo lejos de sus mejores presentaciones en la actual Liga. 

Cierto es que tras una semana de festejos, con la cena de gala por el aniversario 122 y el reconocimiento de la AFA de su primera estrella, lo ideal hubiera sido cerrarla con una victoria a domicilio. Pero la igualdad quizá pueda tomarse como un nuevo punto de partida.

Tras la caída ante la “Academia” en el José Fierro, Facundo Sava decidió meter mucha o poca mano, según se mire, en el equipo titular.

En la defensa mucha, porque quedaron en el banco quienes tenían la responsabilidad de clausurar la derecha -Moisés Brandán y Matías de los Santos-, además de la baja obligada por lesión de Juan Infante, por izquierda.

Poca mano, en contraposición, si se considera que no tocó nada en el medio y en el ataque.

La amenaza (de lluvia), que incluyó alerta de granizo y vientos fuertes para la ciudad de Buenos Aires, no se cumplió, al menos mientras duró el partido. Y la otra amenaza posible (de goles) tampoco se hizo realidad.

Por el lado de Argentinos ,no por nada es uno de los equipos menos efectivos del torneo (apenas 11 goles, y tres fueron ante la “Lepra”). Consiguientemente, sobró toqueteo intrascendente, apenas si interrumpido por algunos remates de media distancia. Los simpatizantes locales empezaban a impacientarse.

Del otro lado, a Atlético también le costaba generar juego, pero a medida que transcurrían los minutos y se afirmaba en el medio, la sensación de que podía lastimar fue creciendo. Finalmente llegó la jugada en que el “Deca”, en un mismo minuto, pudo convertir por duplicado, con los palos de Renzo Tesuri y Guillermo Acosta.

El doble “clanc” despertó a propios y extraños de una larga siesta vespertina. A partir de entonces y hasta el entretiempo, el partido ganó en intensidad. Y llegó el turno del “Bicho”, con un puñado de chances para romper el cero: una media vuelta de Tobías Ramírez, un remate en el travesaño de Nicolás Oroz y un tiro por encima de Alan Lescano, solo frente al arco.

En el segundo tiempo, no pasó nada de nada, nada que amerite contarlo más que en un par de párrafos. Como esa ocasión en que el sustituto Mateo Coronel debió encarar al “Ruso” Diego Rodríguez y en cambio se enredó ante la marca. O el cabezazo alto de Gianluca Ferrari. Y sobre todo ese remate del recién ingresado Miguel “Pulga” Rodríguez que casi infarta al homónimo arquero.

En fin, entre la intrascendencia y la falta de efectividad de uno y otro, para el “Decano” el empate solo suma y sirve para cortar la malaria, lo que es mucho o poco, según lo determine el futuro.



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