El Monte Everest sufre un crecimiento acelerado debido a la erosión de uno de sus ríos

El punto más alto de nuestro planeta crece desmedidamente por año, producto principalmente de la erosión de uno de sus ríos.

El Monte Everest es cada vez más alto. El Monte Everest es cada vez más alto.
Hace 2 Hs

66 días son los que deben dedicarse para lograr completar uno de los recorridos más hostiles y escalar la montaña más grande en nuestro planeta, el Monte Everest. Pero parece que este plazo se elevaría ya que los especialistas advierten que la montaña está sufriendo un crecimiento acelerado producto de la erosión de un río a 75 kilómetros de su ubicación.

Entre la cadena montañosa del Himalaya, una formación sobresale imponente y temible, ese es el Monte Everest que según una última investigación, la cifra que define su altura se vuelve cada vez más elevada. Ahora esta se mantiene en 8.849 metros. Se trata del punto más alto de nuestro planeta y que sigue creciendo desmedidamente. 

El Monte Everest ha crecidos unos 50 metros con el paso de los años

Los expertos advierten que el Everest ha experimentado un impulso adicional en su altura como resultado de la erosión de los ríos colindantes. El crecimiento alcanza nada menos que unos 15 a 50 metros extra en los pasados 89.9000 años, proceso incesante que continúa hasta nuestros días.

"Nuestro estudio demuestra que incluso el pico más alto del mundo está sujeto a procesos geológicos continuos que pueden afectar de forma medible su altura en escalas de tiempo geológicas relativamente cortas", dijo el profesor Jingen Dai, coautor del estudio de la Universidad de Geociencias de China en Beijing.

El proceso del Everest es una rareza de la cadena montañosa del Himalaya. Según Dai, el pico de esta formación es nada menos que 250 metros más alto que las montañas de mayor altura de esta región. Además, los estudios han demostrado una discrepancia entre las tasas de elevación del Everest a largo y corto plazo.“Esto planteó la cuestión de si había un mecanismo subyacente que hacía que la elevación anómala del Everest fuera aún mayor”, reveló Dai.

La erosión del río Arun provoca la pérdida de densidad de la corteza terrestre, lo que impulsa al Monte cada vez más. La erosión del río Arun provoca la pérdida de densidad de la corteza terrestre, lo que impulsa al Monte cada vez más.

La erosión del río Arun provoca que el impulso de la tierra y el crecimiento del Everest

Los investigadores atribuyen las causas de este fenómeno a los ríos que circundan el Monte Everest. De acuerdo con los modelos informáticos que analizan la evolución de las redes fluviales del Himalaya, el curso superior del río Arun, al norte de la montaña se fusionó con el curso inferior hace unos 89.000 años. El equipo sugiere que el desvío que surgió de esta “captura del río” resultó en un aumento de la erosión del río cerca del Everest y la formación de la garganta del río Arun.

“En ese momento, habría habido una enorme cantidad de agua adicional fluyendo a través del río Arun, y esto habría podido transportar más sedimentos y erosionar más lecho de roca, y cortar el fondo del valle”, dijo el Dr. Matthew Fox, coautor de la investigación, del University College de Londres.

¿Cuál es el crecimiento del Monte Everest por año?

Así, la erosión del río Arun que se encuentra en la base del Monte provoca que el peso de la corteza se reduzca, lo que produce la elevación de la tierra circundante e impulsa al Everest cada vez más. De acuerdo con el equipo, la elevación es de unos 0,16 mm y 0,53 mm por año mientras que sus picos vecinos Lhotse y Makalu, el cuarto y quinto picos más altos del mundo respectivamente, experimentan una elevación similar.

"Lo que es único en este estudio es la demostración de que la erosión resultante de la captura de un río puede llevar a una respuesta tan dramática de la superficie de la Tierra, con un área del tamaño del sector metropolitano de Londres (un área de 1579 km cuadrados)  aumentando unas pocas decenas de metros en decenas de miles de años, lo cual es rápido", explicó el profesor Mikaël Attal, de la Universidad de Edimburgo

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