En El Mollar ocurre una situación particular. Es una de las villas turísticas más populares de la provincia, pero tiene varias falencias de infraestructura para recibir a los turistas. Cuenta con hosterías, hospedajes y campings que son desbordados durante enero. El único proyecto de construcción de un hotel se encuentra paralizado por una supuesta usurpación realizada por la Comunidad Indígena Diaguita El Mollar (Cidem) desde hace 12 años por un juicio que no se cierra. Es tan compleja la situación que denunciantes y denunciados esperan que la Justicia resuelva de una vez por todas el pleito.
Esta historia comenzó a escribirse en 1989. El Superior Gobierno de la Provincia cedió a la Asociación Obrera Textil de la República Argentina (AOT) para que construyera un lugar de esparcimiento turístico. Se trata de un terreno de tres hectáreas que está ubicado en un predio conocido como Las Lomitas, al frente de la hostería de la Mutualidad Provincial.
Carlos Infante, actual vocal del gremio, fue uno de los que movilizó el proyecto. “Al conseguir el terreno comenzamos a analizar las posibilidades. Pero tomó fuerza cuando descubrimos que muchos tenían el valle de Tafí como uno de los principales destinos de vacaciones”, relató.
“Al haber escuchado ese planteo, con el apoyo de toda la comisión directiva viajé a Tucumán. Ahí descubrí por qué había tanto interés de nuestros compañeros de todo el país. Quedé maravillado con el paisaje y el lugar. Mi entusiasmo contagió a los otros miembros de la comisión y en poco tiempo comenzamos a trabajar en la construcción”, señaló Infante.
Los problemas
El sindicalista sostuvo que durante dos o tres años estuvieron manejando distintos proyectos. “A partir de 2009 comenzamos a trabajar fuerte. Era un movimiento muy importante porque se sumaban compañeros de todas las provincias. Pusimos un alambrado y después cavamos un pozo. Al poco tiempo, comenzamos a sufrir ataques. Nos rompían las cercas y nos llenaban de piedra los pozos”, relató. “En diciembre de 2011 la Comunidad Indígena directamente usurpó nuestras tierras”, agregó. La cacica Margarita Mamaní desmintió esa acusación.
El 29 de diciembre de 2011, los apoderados del gremio realizaron la denuncia correspondiente por usurpación. Días después lo hizo Enrique Mamaní, por ese entonces cacique de la Cidem. Reconoció que en realidad había recuperado los terrenos que estaban destinados a la construcción de viviendas para los comuneros.
En febrero de 2012 se judicializó el caso. Los representantes del gremio presentaron el acta notarial donde el Gobierno les cedía el terreno para la construcción de un hotel y un informe rubricado por el juez de paz de El Mollar, Vicente Juan Ramón, donde constataba la toma de tierras por los comuneros. En mayo de 2012, la comunidad ya había instalado en ese predio al club Los Sauces y varias viviendas. La Justicia dictó una medida cautelar para que desalojaran el lugar, orden que nunca se cumplió.
La causa se demoró por los excesivos planteos que realizaron ambas partes. El expediente, que está en poder del Juzgado Civil y Comercial III, desde mayo del año pasado está para resolver. La demora tendría que ver con una documentación que habrían presentado los miembros de la Cidem para que sea analizado.
Un golpe
“Esta traba fue un golpe enorme. De tanto ir, nos terminamos encariñando con el proyecto. Con la plata que habíamos destinado para su construcción, terminamos haciendo un hotel en Iguazú, para que nuestros afiliados pudieran disfrutar de las Cataratas”, aseguró Vicente. “El plan sigue vigente, pero necesitamos que la Justicia se expida sobre el asunto”, agregó.
El gremialista sostuvo que nunca pudo entender la postura de los comuneros. “Nuestra idea era generar puestos de trabajo con la construcción primero y la atención después. Es incomprensible que se opongan a que parte de su comunidad progrese, sin contar el movimiento económico que puede generar la instalación de un hotel”, destacó.
Vicente dejó muy en claro que la AOT no bajará los brazos. “Hemos visto como una gran noticia que el gobernador Osvaldo Jaldo se haya interesado en poner orden en el valle de Tafí. En los próximos días viajaremos a Tucumán para plantearle nuestra inquietud”, finalizó.
Desmentida: “No hay ninguna usurpación; es una tierra ancestral que nos pertenece”
“Esas propiedades son una de las tantas que los políticos entregaron en los últimos tiempos. Lo hacían a través de comodatos, sin tener en cuenta que no hay papel más importante que nuestros derechos ancestrales”, aseguró la cacica Margarita Mamaní. “Al ser nuestros dominios, que por legado histórico y tradición nos pertenecen, los comuneros de la zona decidieron destinarlos para construir la sede del club Los Sauces y viviendas para los integrantes de nuestro pueblo”, destacó la titular de la Comunidad Indígena Diaguita de El Mollar en una entrevista telefónica con LA GACETA.
“Esa promesa de que se trata de un proyecto que generará trabajo a nuestra comunidad es mentira. Ya nos pasó con el Club Náutico, que nos prometieron hasta darnos un espacio para una radio comunitaria. Nunca cumplieron y ahora ese lugar se transformó en el único country de El Mollar”, agregó. “Nosotros también queremos que la Justicia resuelva esta causa cuanto antes. Nos estamos quedando sin tierras, pese a que somos los únicos propietarios históricos de ellas”, finalizó Mamaní