Hace 14 Hs
UN ESCUDO ANTE EL ALGORITMO DE X. Cada vez más usuarios prefieren la tranquilidad del antiguo Twitter. / BLUESKY
Twitter fue el lugar donde nacieron movimientos y hashtags convocantes, como el #MeToo o el #BlackLivesMatter. Pero ya no es lo que era, de hecho ya no se llama así, sino X. Luego de la compra de Elon Musk en 2022, cambiaron la recomendación algorítmica y la moderación de los mensajes con una tolerancia mayor hacia la violencia y la desinformación. Y no son pocos los que ven en estas novedades un impulso decisivo para el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses. Los cuestionamientos hacia X están dando lugar a una migración a otra red social que recuerda mucho al antiguo Twitter: Bluesky.
Bluesky fue creada en 2023 por Jack Dorsey, cofundador de Twitter, como una plataforma descentralizada que permite a los usuarios tener más control sobre los contenidos que ven. La red social actualmente cuenta con 22 millones de usuarios en total.
UNA ALTERNATIVA. Con un millón de nuevos usuarios en solo 24 horas, Bluesky ofrece una plataforma más segura y descentralizada. / BLUESKY.
¿Será el escudo ante el algoritmo agresivo de X?
En lugar de tener un pajarito azul, Bluesky presenta una mariposa color cielo. Y también exhibe otras diferencias más profundas con Twitter: en lugar de aplicar algoritmos que priorizan el engagement y las publicaciones más extremas, Bluesky permite a los usuarios personalizar sus feeds según sus intereses y preferencias, sin depender de un algoritmo centralizado que favorezca intereses comerciales o políticos.
En términos generales, la plataforma funciona de manera similar a X. Los usuarios pueden publicar texto, videos y fotos, responderse unos a otros, y compartir las publicaciones de otros usuarios. La primera versión de Bluesky requería una invitación para poder dar de alta una cuenta, pero ahora el ingreso está abierto a cualquiera con una dirección de correo electrónico.
Un modelo económico diferente
Sin embargo, el futuro de Bluesky aún está por verse. Aunque la plataforma ha ganado popularidad, especialmente entre comunidades vulnerables como la LGBTIQ+, aún no está claro si su crecimiento será sostenible a largo plazo. La falta de publicidad y su modelo económico siguen siendo incógnitas, y hay dudas sobre cómo gestionará el manejo de datos y la moderación a medida de que crezca.
Lo que parece claro es que Bluesky ofrece una alternativa interesante para quienes buscan escapar de las dinámicas tóxicas de otras redes sociales, y recuperar un espacio más seguro y respetuoso para el intercambio público de ideas.
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