El tenista australiano Max Purcell, reciente campeón de dobles en el US Open, admitió haber violado las normas antidopaje tras recibir una infusión intravenosa de vitaminas que superó el límite permitido. Según informó la Agencia Internacional para la Integridad del Tenis (ITIA), Purcell solicitó una suspensión provisional desde el 12 de diciembre de 2024.
"Purcell ha admitido haber infringido el artículo 2.2 del Programa Antidopaje del Tenis (TADP) y solicitó entrar en suspensión provisional el 10 de diciembre de 2024”, señaló la ITIA. Durante esta suspensión, el jugador no podrá competir ni participar en actividades relacionadas con entidades asociadas al tenis profesional.
“Acepto voluntariamente una suspensión provisional”, dijo Purcell en un comunicado y aseguró que desconocía que había recibido una dosis superior al límite. “Hasta la semana pasada, cuando recibí registros médicos de una clínica, estaba plenamente convencido de que había seguido todas las normas de la AMA”, agregó.
El australiano calificó la situación como “devastadora” y expresó. “Comuniqué voluntariamente esta información a la ITIA y he sido lo más transparente posible. Espero volver pronto a las pistas”.
¿Hay desigualdad en la sanción a Purcell?
El caso de Purcell generó controversia, ya que ocurrió en un contexto de críticas hacia la ITIA por la desigualdad en sus sanciones. Por ejemplo, Jannik Sinner, número uno del ranking ATP, solo perdió los puntos y premios de un torneo tras dar positivo por clostebol, alegando que la sustancia ingresó a su organismo de manera accidental.
Estas decisiones pusieron en entredicho la consistencia de las políticas antidopaje, aunque la ITIA afirmó que su misión es “promover, fomentar, mejorar y salvaguardar la integridad de los eventos de tenis profesional”.