Estas son las cosas imprescindibles para llevar en un botiquín de viaje

Consejos para que la salud no falte en tu maleta. Todo lo que hay que saber acerca del virus que afecta a los argentinos que veranean en Brasil.

Estas son las cosas imprescindibles para llevar en un botiquín de viaje

Al planificar las vacaciones es clave prepararse para cualquier imprevisto. Existen un montón de cosas que hay que tener en cuenta para viajar seguros y, en ese sentido, el armado de un botiquín es imprescindible.

Pequeños accidentes domésticos, lesiones, malestares, picaduras y reacciones alérgicas pueden resolverse de manera fácil si tenemos algunos elementos básicos.

Independientemente del tipo de viaje que hagamos, a la playa o la montaña, lo primero que debemos poner en el botiquín, según los especialistas, son estos elementos:

• Jabón neutro para higienizar heridas.

• Alcohol en gel para la desinfección rápida de las manos.

• Termómetro para medir la temperatura corporal.

• Guantes descartables de látex para no contaminar heridas y para seguridad de la persona que asiste a la víctima.

• Gasas y vendas para limpiar heridas y detener hemorragias.

• Antisépticos (yodo povidona, agua oxigenada) para limpiar las heridas.

• Tijera para cortar gasas.

• Cinta adhesiva para fijar gasas o vendajes.

Un detalle a tener en cuenta: si el botiquín ya lo teníamos armado de otro paseo, es imprescindible verificar la fecha de fabricación o de vencimiento de cada producto.

Si en el viaje vamos con niños lo ideal es que el botiquín tenga un antitérmico o analgésico, que puede ser ibuprofeno o paracetamol, detalla el médico Lorenzo Marcos. Es muy importante consultar con el pediatra cuál es la dosis, ya que según la edad y el peso del paciente hay distintas indicaciones. También hay que tener en cuenta las medicaciones habituales si es que los integrantes de la familia tienen; por ejemplo, los puff preventivos -como los haya indicado el médico- sean broncodilatadores o antiinflamatorios de la via aérea, precisó.

Es fundamental llevar siempre protector solar (con la protección más alta), repelente (que contenga DEET) y un antihistamínico para las reacciones alérgicas.

Por último, el pediatra recomienda llevar un antiemético, que sirve para prevenir o reducir las náuseas. Si es para menores, fijarse bien que en la caja diga “Niños” y consultar bien al médico cuál es la dosis indicada, ya que puede causar intoxicación si no tiene un manejo adecuado, advierte el profesional. También puede incluirse un antiespasmódico para los cólicos.y algún descongestivo para la rinitis y los resfríos de verano, apuntó. No obstante aclaró que siempre se debe medicar a los niños con una consulta previa al médico, lo cual puede resolverse con una visita a ese especialista antes de viajar.

Según el lugar de viaje

El botiquín se puede adaptar según cada situación. En estos días, por ejemplo, muchas de las consultas en los centros médicos son de personas que viajan a Brasil y que temen por los casos de gastroenteritis que se vienen registrando en algunas playas del país vecino.

El gastroenterólogo infantil del hospital Avellaneda, Nicolás Rovati, explicó que es común que en esta época del año haya un aumento en los casos de gastroenteritis virales. “Lo más importante en estos pacientes es evitar la deshidratación. Consumir mucho líquido es crucial para mejorar y sobrellevar un cuadro que normalmente se autolimita. Y se debe realizar tratamiento sintomático por si aparece fiebre, si es que hay vómito”, detalló.

Los síntomas alarma son: sequedad en la boca y si deja de orinar en la frecuencia normal. En los bebés, también se puede ver irritabilidad o somnolencia, el rechazo a la alimentación o el pañal seco, apuntó.

Para prevenir la enfermedad, cuando estamos de viaje, lo ideal es no consumir hielo de procedencia dudosa, evitar baños en lugares con condiciones higiénicas deficientes, revisar las fechas de vencimiento y el estado de los envases de alimentos antes de consumirlos. Asegurarse de que las comidas estén bien cocidas y beber siempre agua potable o de fuentes confiables. “En el botiquín siempre llevar un antiemético para los vómitos, un antifebril y probióticos. Al ser cuadros virales, no se administran antibióticos”, apuntó.

La doctora Susana Lloveras, infectóloga certificada en Medicina del Viajero, aconsejó a los turistas que vayan a Brasil consumir agua segura, embotellada o hervida previamente y guardada en recipientes limpios con tapa.

Otras recomendaciones son: no consumir hielo, lavarse  las manos con agua y jabón antes de preparar o comer alimentos, después de ir al baño, de utilizar el transporte público o de tocar superficies que puedan estar sucias. Lavar y desinfectar superficies, utensilios y equipos utilizados en la preparación de alimentos; evitar el consumo de alimentos crudos o poco cocidos (principalmente carnes, pescados y mariscos) y alimentos cuyas condiciones higiénicas, de preparación y envasado no sean controladas por autoridad sanitaria.

La enfermedad, según describió, se caracteriza  por la aparición de al menos tres episodios de diarrea aguda en un período de 24 horas, que pueden estar acompañadas de dolor abdominal, fiebre, sangre o mucosidad en las heces, náuseas, vómitos.

“Hay que consultar a un médicos si los vómitos no ceden, si hay sed intensa, empeoramiento de la diarrea, sangre en la materia fecal y disminución de la diuresis, como así también cambios en el estado de conciencia. Lo más importante es garantizar una adecuada hidratación”, precisó. También recomendó llevar en el botiquín sales de rehidratación oral. “Las sales pueden utilizarse en todas las edades. pero a los niños siempre hay que llevarlos a la consulta y no medicarlos sin indicación médica”, explicó.

Cada año nos llegan noticias de argentinos en Brasil atravesando cuadros de gastroenteritis. En estos días, se informaron casos en Florianópolis y Guarujá. Aunque las autoridades de los estados en donde se reportaron los focos de gastroenterocolitis niegan conocer las causas de los brotes, se sabe que el problema de fondo es la falta de obras de saneamiento.

Lorenzo Marcos también remarcó que cada persona tiene la función intestinal adaptada a cierto equilibrio microbiano. Por eso, cuando visita otro lugar es habitual la famosa “diarrea del viajero”. Al cabo de tres a cinco días, la enfermedad se autolimita. “Lo importante es estar bien hidratados y no arriesgar a niños menores”, insistió.

Por otro lado, también hay que estar atentos a los carteles presentes en las playas, los cuales indican si las aguas son aptas o no para bañarse.


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