Los disparates anunciados por Milei: “… somos el mejor gobierno de la historia Argentina…”, “… hicimos el ajuste más grande de la historia de la humanidad, y no hemos perdido el apoyo popular…” (Foro de la Economía Mundial, en Buenos Aires), tienen su analogía con la fábula del burro y la zanahoria, porque aun esforzándose por conseguir su objetivo, el animal nunca lo logrará, y al parecer el Presidente tampoco. Una de las fantasías es levantar el cepo al dólar, aventura que lo coloca a Milei en el lugar del burro, en tanto que el lugar de la zanahoria, serían los premios, las distinciones, las alabanzas, los reconocimientos sin fundamentos, el soñado acuerdo con el FMI etc., que los inversores, los fondos de inversión, los mercados, y hasta los Estados más poderosos, que no disimulan su interés en nuestras riquezas naturales, utilizan para empujarlo a la aventura. En este escenario conviven dos sectores de la sociedad: los que operan en la macroeconomía, beneficiarios excluyentes en la fábula, y los que tratan de sobrevivir en el fango de la microeconomía. Desde la óptica de la política, todo parece indicar que la imperiosa necesidad que tiene la LLA de ampliar sus representantes en el Congreso, la odisea de eliminar el cepo, sólo se intentará después de las elecciones nacionales de medio término. Mientras tanto los que conviven en la macro aumentarán ganancias, y los que chapuceamos en la micro nos sumergiremos cada vez más en el fango.
José Emilio Gómez
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