Las zonas rojas que están en el mapa del delito de la Capital

Ocupantes piden igualdad de trato y veraneantes esperan una resolución.

Las zonas rojas que están en el mapa del delito de la Capital

Un joven dejó estacionada su moto de $10 millones en el interior de su casa. Desconocidos se la sustrajeron. Días después, cuando los policías descubrieron a dos jóvenes circulando en el rodado, intentaron detenerlos, pero se escaparon. Para evitar ser descubiertos, quemaron el bien en una plaza de barrio Manantial Sur. La mayoría de los secuestros y recuperación de motocicletas se dan a raíz de los controles desplegados por la Policía en distintos puntos de la provincia. Muchos de estos lugares fueron reforzados por las denuncias de las víctimas, que les permitió al Centro de Operaciones Policiales construir un mapa del delito, en el que se marcan las zonas con mayores episodios.

En la Capital la zona roja está comprendida por San Cayetano, Mercofrut y el sur del Gran San Miguel de Tucumán. En la jurisdicción de la Regional Norte está la zona de Las Talitas, que abarca a Villa Mariano Moreno, El Colmenar y Los Pocitos. En las Regionales Oeste y Este, en cambio, no hay un área delimitada, sino que al haber mayores casos de hurtos por oportunismos los robos se dan en la ciudad, rutas y autopistas. La gran problemática que presenta la comercialización ilegal es que al saltar el pedido de secuestro del rodado, los conductores no son los autores del hurto sino quienes las compraron. Por prevención, los efectivos suelen demorar a los ocupantes del vehículo hasta que se verifica su versión. Sin embargo, muchos no tienen un boleto de compraventa o no pueden dar datos del vendedor ya que estos usan un perfil falso de Facebook o borran las publicaciones una vez completada la transacción.

“Se abren las causas por el delito de encubrimiento porque no suelen dar información respecto de quienes les vendió el vehículo y los estafó, terminan asumiendo la responsabilidad y la causa no prospera”, indicó el jefe de la Unidad Regional Este Carlos Ruiz.

Otra dificultad que tienen los investigadores a la hora de buscar a los autores de los robos es que las propias víctimas arreglan por su cuenta con los delincuentes sin dejar constancia. “A veces recuperan su vehículo pagando un rescate pero no levantan la denuncia para evitar ir a la comisaría, ya que la moto tiene que quedar secuestrada. La gente elude ese trámite y después tienen problemas, pero tienen que hacerlo sí o sí para que en el sistema deje de figurar con pedido de secuestro”, dijo el jefe de la Regional Oeste Marcos Goane.

Algo que ayuda recuperar con rapidez los rodados con pedido de secuestro es el Sistema Federal de Comunicaciones Policiales (Sifcop), una herramienta informática que permite que los efectivos de los puestos de controles puedan consultar instantáneamente la información judicial vinculada a los pedidos de secuestro de un vehículo y de su conductor. “Cada vez que se denuncia un robo, inmediatamente se hace una nota pidiendo el secuestro a nivel nacional. Esta nota va al departamento de Operaciones Nacionales donde está la Oficina de Verificación de Dominio. Allí lo cargan al sistema y en un par de horas ya figura a nivel nacional el pedido de secuestro. Entonces, cuando cualquier efectivo policial del país que haga una consulta por el dominio de la patente le va a saltar si el vehículo tiene pedido de secuestro”, explicó el jefe la Norte Gustavo Beltrán.

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