Milei y Trump, una alianza asimétrica

¿Qué implica para Argentina la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos?

ARCHIVO ARCHIVO
Hace 4 Hs

Por Gabriel Garat / Politólogo

Para el presidente Javier Milei, este acontecimiento representa una oportunidad para reforzar dos pilares clave de su gestión: consolidar su imagen internacional y validar su modelo económico. El alineamiento con Donald Trump le permite proyectarse como un líder relevante en el escenario global, utilizando esta relación para fortalecer su narrativa de amigo-enemigo y desviar la atención de los desafíos internos que enfrenta su gobierno. 

En el plano económico, Milei busca afianzar el vínculo con el FMI (Fondo Monetario Internacional) para mantener margen de maniobra en un contexto electoral complicado. Sin embargo, Trump también enfrenta desafíos importantes: reducir la deuda pública, equilibrar la balanza comercial con China y reforzar el liderazgo militar estadounidense.

¿Qué temas marcarán la agenda internacional de Trump?

La recuperación económica y la seguridad nacional serán ejes prioritarios. Aunque Trump promueve la eficiencia gubernamental, cumplir sus promesas exigirá un gasto público significativo. Reducir la deuda, bajar el costo de vida de los estadounidenses y proyectar su liderazgo global serán retos fundamentales en su gestión inicial.

En Oriente Medio, el cese al fuego entre Israel y Hamás no puede atribuirse exclusivamente a Trump. Aunque su gobierno podría haber condicionado el apoyo económico a Netanyahu, la tregua responde más a dinámicas internas en Israel, sumadas a la presión de la comunidad internacional. Esto refuerza la complejidad de los procesos políticos y sociales en una región atravesada por décadas de conflicto.

¿Qué implica este contexto para Argentina?

Mientras Trump prioriza renacionalizar la producción y proteger su mercado interno, la visión libertaria de Milei choca con estas metas. Las promesas de Trump de reducir importaciones y fortalecer la industria estadounidense dificultan la inserción de productos argentinos en ese mercado.

Este contexto obligará a Argentina a desplegar una diplomacia activa y buscar acuerdos que mitiguen las desventajas comerciales. El desafío será equilibrar la asimetría entre ambos países y evitar que esta relación, en apariencia beneficiosa, profundice la vulnerabilidad argentina frente a un Estados Unidos cada vez más cerrado sobre sí mismo.

Comentarios