26 Enero 2025
Un vuelo de deportación procedente de Estados Unidos generó tensión diplomática entre Brasil y el gobierno de Donald Trump. Según denuncias del gobierno brasileño, 88 ciudadanos fueron sometidos a un "trato denigrante" durante su traslado forzoso, incluyendo el uso de esposas y cadenas, en condiciones que fueron calificadas como inhumanas.
El incidente ocurrió el viernes pasado, cuando un grupo de brasileños deportados llegó al aeropuerto de Manaos, en el estado de Amazonas. Los pasajeros, entre ellos niños y personas con discapacidades, denunciaron condiciones insalubres durante el vuelo, con fallas en el sistema de aire acondicionado, lo que provocó desmayos y dificultades respiratorias.
Reacción oficial de Brasil
El gobierno de Lula da Silva anunció que presentará un pedido formal de explicaciones al gobierno de Estados Unidos. El Ministerio de Relaciones Exteriores, encabezado por Mauro Vieira, señaló que los hechos representan un "flagrante desprecio por los derechos fundamentales".
En un comunicado oficial, el Ministerio de Justicia repudió el uso de esposas y cadenas, calificándolo como "inaceptable", y destacó que las autoridades brasileñas ordenaron su retirada inmediata al arribo de los deportados. "La dignidad de la persona humana es un pilar innegociable de nuestro estado democrático de derecho", afirmaron.
Asimismo, el ministro Vieira se reunió en Manaos con representantes de la Policía Federal y el 7º Comando Aéreo Regional para recopilar información sobre lo sucedido. "Esa reunión será clave para sustentar nuestro reclamo oficial", indicaron desde Cancillería.
Testimonios de los deportados
Los deportados relataron condiciones extremas durante el vuelo. Edgar Da Silva Moura, un técnico informático de 31 años, dijo a la agencia AFP: "Hacía demasiado calor, íbamos atados de pies y manos, no nos daban agua y no podíamos ir al baño". Según Moura, algunas personas se desmayaron por el calor y la falta de aire acondicionado, lo que agravó el sufrimiento de quienes padecían problemas de salud.
Por su parte, Luis Antonio Rodrigues Santos, de 21 años, denunció que la aeronave tenía fallas técnicas en una turbina y que "los inmigrantes eran tratados como criminales".
La ministra de Derechos Humanos, Macaé Evaristo, también expresó su preocupación: "En el avión había niños con autismo y discapacidades que pasaron por situaciones graves. Entendemos que los países tienen sus políticas migratorias, pero estas no deben violar los derechos humanos".
Políticas migratorias de Trump en la mira
Desde su reciente asunción, Donald Trump ha endurecido las políticas migratorias, cumpliendo con las promesas de campaña que incluyeron una "campaña de deportaciones masiva". Entre las primeras medidas, se desplegaron tropas en la frontera con México y se realizaron arrestos de cientos de inmigrantes en situación irregular.
Trump ha sido criticado por sus declaraciones contra los inmigrantes, a quienes ha calificado como "animales" y "criminales". Según su administración, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) se centrará en la deportación de individuos con antecedentes penales, aunque el alcance de estas medidas afecta también a personas sin historial delictivo, como los brasileños deportados en este caso.
La situación abre un nuevo frente diplomático para Lula da Silva, quien deberá equilibrar la protección de los derechos de sus ciudadanos con las tensiones políticas derivadas de las acciones del gobierno republicano.
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