El desafío de potenciar turísticamente a Tucumán

No alcanza con las acciones particulares, sino que hace falta el trabajo sostenido articulado entre lo público y lo privado. Cada vez que llegan las vacaciones, se renueva el desafío de posicionar Tucumán como un sitio de descanso en verano. Las innumerables bellezas naturales y un mejorado parque hotelero en sus principales destinos, con cada vez mayores propuestas de distracción, son dos ineludibles atractivos que seducen a los viajeros locales y foráneos. A eso se agrega una nutrida agenda de propuestas culturales y artísticas, que siempre complementan lo que la naturaleza regala y los empresarios turísticos aprovechan.

Es que el día se extiende hasta la noche con distintas alternativas, que son ya costumbre en lo musical y teatral, tanto estrictamente privadas como auspiciadas por los entes oficiales de Turismo y de Cultura. Una jornada de paseo y recorrida bien termina en restobares o salas, con espectáculos en vivo que redondean la identidad local en articulación con la regional del NOA. Es imposible entender la una sin la otra, sobre todo en el entorno de los Valles Calchaquíes. Debe entenderse que la multiplicación de actividades de diversión y esparcimiento es una inversión y no un gasto, tanto en lo público como en lo privado. La búsqueda es que los viajeros aumenten los pernoctes en la provincia, con la repercusión económica que ello implica y que reditúa considerablemente, al punto que los ingresos significan en muchos casos el sostén principal de numerosos hogares para el resto del año. Así se logrará cambiar el concepto arraigado en muchos de que Tucumán es un lugar de paso para ser uno de destino final.

Por supuesto que no alcanza con pensar en los grandes destinos, sino que una política de promoción turística integral debe articularse con ofertas en todo el territorio. Y en ese sentido, potenciar los parques y zonas protegidas es clave, ya que es un valor agregado único tucumano. La protección y defensa de paisajes, senderos, recorridos, fauna y flora es una tarea constante cuyos frutos se ven en el tiempo. Sembrar ahora para cosechar después, bien puede ser una consigna que motive la acción. No alcanza con las acciones y los intereses particulares, sino que hace falta un trabajo sostenido y articulado entre los diferentes sectores.

Así, el desarrollo que aspira a tener el sur tucumano responde a una búsqueda aspiracional de largo aliento y buenas perspectivas, a la que se suma la primera Reserva Natural Privada reconocida desde el Estado: el Camino de Los Trinos está ubicado en El Timbó, es propiedad de Rosana María Giribaldi y es un importante paso hacia “la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad asociada”, según destacó la Subsecretaría de Desarrollo Productivo de la Provincia. Su ubicación se encuentra en continuidad con la Reserva Provincial Aguas Chiquitas.

A eso deben sumarse las ofertas por unas cuantas horas o un día entero, pensadas para los tucumanos que no podrán tomarse vacaciones ni siquiera dentro de la provincia. Senderismo de cercanía, recorridos por la capital, Yerba Buena o Tafí Viejo, escapadas por poco tiempo, ferias artesanales con shows en vivo, gastronomía especialmente elegida y una larga lista de otros permitirán aprovechar los ratos libres con gastos amigables para los bolsillos, en la conciencia de que hace falta descansar para recuperar fuerzas y arrancar un nuevo periodo con energía, dedicación y buenos augurios.