![HISTORIA. La competencia nació en 1972; con los años fue mutando pero la esencia se mantuvo en el tiempo.](https://imgnovel.lagaceta.com.ar/fotos/notas/2025/02/07/960x617_historia-competencia-nacio-1972-anos-fue-mutando-pero-esencia-se-mantuvo-tiempo-1070201-112601.webp)
El verano en Tafí del Valle tiene un clásico que se repite año tras año. Es una tradición que nació entre amigos y que, con el tiempo, se convirtió en un evento esperado por todos los que alguna vez fueron parte. Las Olimpiadas Intervillas, que surgieron hace más de cinco décadas como un encuentro deportivo entre distintas villas veraniegas, celebran este fin de semana su 51° edición.
Durante tres días, el Club de Veraneantes de Tafí del Valle y El Casco del Churqui serán el epicentro de una competencia que va más allá del deporte: es una fiesta de la amistad, la competencia sana y el amor por los valles.
Lo que comenzó en 1972 como la idea de un grupo de amigos con ganas de pasar un fin de semana diferente, creció hasta convertirse en un evento con historia y anécdotas que se transmiten de generación en generación. En aquella primera edición, poco se documentó sobre el desarrollo de las competencias, pero se sabe que se inauguró la primera cancha de tenis de cemento y que, además de las villas que hoy siguen participando (Tafí, Raco y Villa Nougués), también habían estado presentes La Banda, El Mollar y San Pedro de Colalao.
Uno de los recuerdos más contados de aquellas primeras Intervillas tiene como protagonista al equipo de San Pedro, que había formado un combinado con jugadores de Zárate y otros que se sumaron para no perderse la experiencia. Se decía que si ganaban la maratón, iban a ser los campeones de esa edición. La carrera se corrió por la mañana y el “Flaco” Fagalde la lideraba cómodamente hasta que, al pasar por el Río del Churqui, el calor le jugó una mala pasada: decidió meterse al agua para refrescarse sin imaginar que mientras tanto el resto lo superaría. Al final, Villa Nougués se llevó el título.
Desde aquel 1972 solamente en dos ocasiones no se realizaron Intervillas por diferentes inconvenientes: 2016 y 2021. A lo largo de los años, el evento evolucionó con la incorporación de nuevas villas y hasta de nuevas disciplinas deportivas. En algunas ediciones compitieron equipos de San Javier y, en una oportunidad, hasta hubo presencia de San Lorenzo (Salta).
Los deportes fueron cambiando con el tiempo, pero algunos se mantienen como parte esencial del programa. Fútbol, rugby, vóley, tenis, atletismo, pádel, bike y polo son sólo algunos de los que han formado parte del evento. Actualmente, hay seis disciplinas en competencia, con la incorporación de una novedad: el golf. No obstante, más allá de los trofeos y las medallas, lo que realmente se valora es el espíritu que envuelve a las Intervillas: el compañerismo, la diversión y la posibilidad de reencontrarse año a año.
En los últimos años, además, se sumaron iniciativas que reflejan la esencia inclusiva del evento. En 2018, se invitó a realizar una exhibición de tenis adaptado, mientras que en 2019 se convocó a un equipo de rugby llamado “Un Pase a la Gloria”, conformado por chicos que atravesaban problemas de adicción, para participar de la competencia.
Un símbolo de este espíritu es el premio “Robertín”, un reconocimiento que no se otorga al campeón, sino a aquel deportista que representa mejor los valores de la competencia. Ser elegido para recibir este premio es un honor que supera cualquier medalla.
![Mucho más que un torneo: la historia y el espíritu de las Olimpiadas Intervillas que comienzan hoy en Tafí del Valle](https://imgnovel.lagaceta.com.ar/fotos/notas/2025/02/07/mucho-mas-torneo-historia-espiritu-olimpiadas-intervillas-comienzan-hoy-tafi-valle-1070201-112833.jpg)
La 51° edición de las Intervillas lleva el nombre de Otto Paz
Como en toda competencia con tradición, la ceremonia de apertura de las Intervillas tiene su propio ritual. Cada año, se recuerda a quienes ya no están físicamente, pero siguen presentes en la memoria de los participantes. Desde hace seis años, además, se rinde homenaje en vida a una persona que haya sido un referente en la historia del evento, dándole su nombre a la edición. Este año, el homenajeado será Otto Paz.
Otro de los momentos emblemáticos de la inauguración es el encendido de la llama olímpica, que marca el inicio de la competencia. Durante algunos años, la antorcha fue transportada a caballo, un detalle que une lo folklórico con lo deportivo y que se recuperó en la edición anterior y seguirá vigente este año.
El resto es historia repetida, pero siempre con la misma emoción. Se juegan los partidos, se alientan a los equipos, se sufren las derrotas y se festejan los triunfos. Se terminan los días con anécdotas nuevas, pero con la certeza de que el próximo verano volverán a encontrarse para seguir escribiendo esta historia.