
A lo largo de la historia hubo personas que marcaron hitos, y cambiaron el mundo con sus actividades, ideas y descubrimientos. Por mencionar algunos casos están los de Platón, Aristóteles, Leonardo Da Vinci, Galileo Galilei, Isaac Newton, Cristobal Colón, Albert Einstein, Alexander Bell, Ludwig Van Beethoven, Thomas Edison o Nikola Tesla, entre muchos otros. Todos tienen algo en común: ser hombres. El masculino siempre se destacó como el “sexo fuerte”, que fue protagonista visible de los acontecimientos más importantes de de la humanidad, y promotor de grandes avances científicos y tecnológicos.
Pero muchos de esos avances estuvieron, en primer lugar, en la mente de mujeres, quienes, por haber sido históricamente consideraras el “sexo débil”, en su momento pasaron por opresiones y discriminación. En muchos casos, estas pioneras fueron “borradas” de la historia. Gracias al surgimiento de movimientos de reivindicación y a investigaciones posteriores con perspectiva de género, se logró recuperar su memoria y legado, y darles el lugar en la historia que en su momento les fue negado. A continuación se identifican 10 mujeres que cambiaron el mundo y dejaron un ejemplo que ilumina el presente.
Las mujeres que marcaron hitos
1) Hipatia: fue una filósofa, maestra y matemática griega de origen egipcio. Nació entre el 355 y el 370 d.C en Alejandría, Egipto, por entonces parte del Imperio Romano. Además de sus estudios de filosofía y matemáticas, escribió sobre astronomía, y fue una de las primeras personas en defender el heliocentrismo, la teoría de que la Tierra gira alrededor del Sol. También inventó el aerómetro y creó una nueva versión del hidrómetro. Sin embargo, su prestigio como docente y filósofa despertó la envidia, según creen diversos historiadores, de Cirilo, el por entonces Patriarca de Alejandría. Hipatia murió en el año 415 despedazada y quemada por una turba de cristianos. Se atribuye este hecho a Cirilo, pero hasta hoy el debate continúa abierto.

2) Cleopatra: aunque en Egipto hubo una faraona muy popular con anterioridad, Hatshepsut (1530-1590 a.C), su fama como la primera gobernante de la historia es insuperable. Cleopatra fue faraona de Egipto desde el 52 a.C al 30 a.C. A pesar de lo reconocida que es su figura, realmente se sabe muy poco de su vida. Nació en el 69 a.C, hija del faraón reinante Ptolomeo XII y de una madre desconocida. En el 58 a.C acompañó a su padre en el exilio tras ser depuesto en el trono. A su regreso, Ptolomeo fue nuevamente proclamado rey y a su muerte, en el 52 a.C, Cleopatra lo sucedió. Se destacó por su habilidad diplomática, aunque algunos conflictos con su hermano Ptolomeo XIII y hechos como el asesinato de Pompeyo, las constantes guerras y la devaluación de la moneda egipcia por presuntamente intentar una economía centralizada terminaron por acabar con su reinado. Durante la invasión de Octavio a la ciudad, Cleopatra se suicidó en el 30 a.C, a los 39 años.

3) Marie Curie: nació en 1867 en la ciudad de Varsovia, actual Polonia, cuando entonces aquella aún era parte del Imperio Ruso. Estudió en su infancia en un instituto para niñas, en el que obtuvo una medalla de oro por su excelente promedio, pero eso no fue suficiente para ser admitida en una escuela de educación superior porque era mujer. Fue por eso que, junto a su hermana, comenzó a estudiar ciencias de forma clandestina en la llamada “universidad flotante”, un establecimiento ilegal que aceptaba mujeres. Posteriormente se trasladó a Francia para seguir estudiando, y fue ahí donde conoció a quien luego sería su esposo, Pierre Curie. Siguieron trabajando juntos en un laboratorio y el 21 de diciembre de 1898 descubrieron dos nuevos elementos químicos: el Radio y el Polonio. Este descubrimiento les valió ser galardonados con el premio Nobel de Física en 1903. Como en la academia le reconocían únicamente el premio a Pierre y no a Marie, otra vez, por ser mujer, aquel amenazó con rechazarlo si no se lo otorgaba a su esposa también, por lo que finalmente fue premiada. De esta forma, Marie Curie se convirtió en la primera mujer de la historia en recibir un premio Nobel.
En 1906, la científica sufrió uno de sus mayores golpes puesto que Pierre murió trágicamente en un accidente, tras caerse de un caballo y ser atropellado por el carruaje que iba detrás. Marie tuvo episodios de depresión, pero continuó con los estudios que habían comenzado juntos en honor a él. En 1911, fue nuevamente galardonada, esta vez en solitario, con el premio Nobel de Química, en reconocimiento por sus hallazgos en el aislamiento del Radio, y en el estudio de la naturaleza y compuestos de este elemento. Hasta la fecha, Marie Curie es la única persona de la historia que recibió dos premios Nobel de diferentes disciplinas. Falleció el 4 de julio de 1934, a los 66 años, producto de una anemia aplásica producida por la alta exposición al radio.

4) Juana de Arco: nacida en Francia, en 1412, fue la primera mujer en dirigir y participar de una guerra. Concretamente, formó parte de la fase final de la Guerra de los Cien Años. Participó del conflicto debido a que afirmaba haber tenido visiones místicas del Arcángel Miguel, de Santa Margarita y de Catalina de Alejandría que presuntamente le habrían dado instrucciones sobre cómo liberar a Francia del dominio inglés. Sea casualidad o no, cuando el rey Carlos VII envió a Juana a combatir al asedio de Orleans, este fue levantado apenas una semana después. Con Juana se dieron victorias más rápidas y efectivas que antes, lo que elevó la moral francesa. Sin embargo, un grupo de nobles franceses aliados con los ingleses la entregaron al ejército británico, quienes la juzgaron y condenaron por herejía. Juana fue quemada en la hoguera en 1431. Tenía apenas 19 años.

5) Emmeline Pankhurst: fue una activista política británica conocida por su incansable lucha por conseguir el sufragio femenino en el Reino Unido. Nació en Mánchester en 1858 y, desde muy joven, se involucró en la lucha por los derechos de las mujeres y, en especial, en el derecho al voto femenino. Junto a su esposo Richard fundó la Women's Franchise League (Liga de Franquicias Femeninas), que abogaba por el derecho al voto tanto de mujeres casadas como solteras. Su esposo murió en 1898, y, cinco años después, ella fundó la Unión Social y Política de Mujeres, la primera organización política del Reino Unido integrada únicamente por mujeres. Con el lema “acciones, no palabras”, realizó actividades como huelgas de hambre y fue detenida en 13 ocasiones con el impulso de los sectores más conservadores del país. Sin embargo, otras actividades como incendios de casas y carruajes, más la aprobación de la agrupación que desconocía los derechos y principios de la propiedad privada, hicieron que finalmente esta Unión se disolviera. Finalmente, el sufragio femenino fue aprobado por el Parlamento inglés en 1918. Emmeline falleció en 1928 a los 70 años, pero pudo ver cumplida su meta.

6) Hedy Lamarr: nació en 1914, en Viena, por entonces parte del Imperio Austrohúngaro, en el comienzo de la Primera Guerra Mundial. Desde niña recibió clases de música y arte, por lo que a la edad de cuatro años sabía tocar el piano y bailar danza, y además, dominaba cuatro idiomas. A los 16 comenzó sus estudios de artes escénicas en la escuela del prestigioso director de teatro Max Reinhardt. Se casó en 1933 con Alexander Maria Fritz Mandl, quien la había conocido por el papel en la película “Éxtasis”, en lo que se cree fue un matrimonio arreglado. Mandl era un hombre muy celoso por lo que la encerró en un claustro. Lamarr aprovechó ese tiempo en soledad para estudiar ingeniería. En 1937, y gracias a la ayuda de una asistenta con la que mantuvo una relación sentimental oculta, logró escapar de Mandl y huyó a París, donde vendió todas sus joyas y reliquias para partir rumbo a Estados Unidos. En 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, desarrolló, junto al compositor George Antheil, un sistema inalámbrico de comunicación para detectar torpedos. Este invento se considera el primer paso en el desarrollo de las redes inalámbricas de wifi. Luego de esto continuó su carrera como actriz, a la par que intentaba innovar con nuevos inventos, hasta su muerte en el año 2000.

7) Jane Austen: es una de las escritoras más reconocidas de la historia del Reino Unido. Nació en 1775 en el seno de una familia de la burguesía agraria, y desde muy joven se interesó por la escritura inspirada por la lectura de libros de la enorme colección de su padre. Escribió su primer ensayo en 1787, llamado “Juvenilia” para entretener a su familia y, en los años siguientes, continuó escribiendo pequeñas versiones de las que luego serían novelas reconocidas por todo el mundo, como “Sentido y sensibilidad”, “La abadía de Northanger”, o su más célebre obra, “Orgullo y prejuicio". Se trata de libros publicados primero en el anonimato y, luego, con el seudónimo by a lady ("escrito por una dama"). Las obras de Jane Austen se caracterizan por un sentido de la ironía único que representa de la forma más brillante las críticas sociales a temas tabú del momento, como el matrimonio o el estatus social.

8) Virginia Woolf: fue una escritora británica, una de las máximas exponentes del movimiento vanguardista de principios del siglo XX y una de las primeras representantes del feminismo moderno. Nació en Londres en 1882, hija de Sir Leslie Stephen, un reconocido escritor y novelista. Aunque no asistió a la escuela, Virginia recibió clases particulares de sus padres y diferentes tutores desde su hogar. Su vida estuvo marcada por la muerte, como la de su madre en 1895, la de su hermana en 1897 y la de su padre en 1904, lo que le causó varios problemas de depresión, aunque algunos biógrafos, incluido su propio sobrino, afirman que estos episodios depresivos comenzaron con los abusos sexuales por parte de sus hermanos. Comenzó a escribir en 1905 para el periódico Times Literary Supplement, y publicó su primera novela, “Fin del viaje”, en 1915, la cual se destacó por comenzar a romper con las bases establecidas de la escritura tradicional.
Fue tras la publicación de “La señora Dalloway” y “Al faro” que comenzó a recibir atención por parte de la crítica, que elogiaba las técnicas de Woolf al incluir elementos propios de la poesía, como imágenes y refranes. También escribió varios ensayos sobre la condición de la mujer y de la escritora. A pesar de su éxito, nunca pudo superar sus problemas de salud mental, por lo que en 1941 se suicidó arrojándose a un lago.

9) Simone de Beauvoir: fue una filósofa, novelista y activista francesa. Nació en París en 1908 en el ámbito de una familia burguesa con buena posición económica, profundamente cristiana y muy estricta. Desde muy joven se destacó por su gran inteligencia, ya que todos los años terminaba con el mejor promedio de su escuela. En la adolescencia, se rebeló contra sus padres declarándose atea con la convicción de que la religión era una manera de subyugar al ser humano. Según afirmó ella misma, el simple hecho de ser mujer la marcó toda su vida. Contó que su padre no ocultaba su desagrado por tener una hija y que le repetía cada vez que podía que “le hubiera encantado tener un hijo varón”. Desde muy joven quiso ser autora, por lo que desde los 15 años escribió ensayos y obras que serían claves en la teoría feminista moderna, entre ellos “Feminismo y el segundo sexo”, donde describe al feminismo como “una manera de vivir individualmente y una manera de luchar colectivamente”.
Simone de Beauvoir también abogó por la igualdad entre hombres y mujeres en los estudios, y se manifestó a favor del aborto. Compañera intelectual del filósofo existencialista Jean- Paul Sartre, fue una exponente de las corrientes de pensamiento de la posguerra. Simone de Beauvoir falleció en París, en 1986, a los 78 años.

10) Margaret Sanger: nacida en 1879, en Nueva York, fue una defensora de la educación sexual integral. Sexta de 11 hermanos, pasó la mayor parte de su infancia y adolescencia realizando tareas de hogar, y criando a sus hermanos menores, debido a que su madre era propensa a enfermarse con mucha frecuencia. Con apoyo de sus hermanos mayores logró ingresar al Claverack College y al Instituto Río Hudson, y graduarse como enfermera en 1902. Su activismo comenzó en 1911, con el trágico incendio de la fábrica TriangleShirtwaist, donde murieron más de 150 personas. Tanto ella como su familia se afiliaron al Partido Socialista de entonces. Además, Sanger se unió al movimiento por el control de la natalidad.
En el invierno de 1911, la activista rescató a 120 niños de la violencia de las huelgas de hilanderías que se llevaban a cabo en Massachusetts, ya que el Gobierno estatal había convocado a las Fuerzas Armadas para evitar que los más de 25.000 trabajadores se organizaran, de los cuales la mitad eran mujeres. Luego, trabajó como enfermera visitante en el Lower East Side, donde atendía principalmente a mujeres judías e inmigrantes. Le tocó ver a veces hasta 50 mujeres haciendo fila para practicarse abortos porque no tenían dinero ni sabían qué eran los anticonceptivos. También tuvo que atender a mujeres gravemente enfermas por intentar abortos caseros al no poder pagar uno. Esto fue crucial para su vida y el fortalecimiento de su militancia. A finales de 1912, escribió para el diario The Call un artículo llamado “What every girl should know” ("Lo que toda joven debe saber"), en el que detallaba cómo se desarrolla el cuerpo de la mujer desde la pubertad a la adultez, y cómo funciona la sexualidad y la reproducción en las mujeres. El artículo fue censurado de igual manera por la Oficina de Correos de los Estados Unidos, al considerar que las palabras “sífilis” y “gonorrea” eran obscenas.
El Gobierno federal prohibió a Sanger seguir escribiendo, cosa a la que hizo caso omiso, por lo que fue arrestada en agosto de 1914 con los cargos de obscenidad pública e incitación al asesinato. Sanger se fugó y se exilió en Inglaterra, donde leyó y se instruyó sobre educación sexual y anticonceptivos. Con su prédica sobre la planificación familiar estimuló la creación de organizaciones que constituyeron la base para Planned Parenthood, una entidad que preveé planes para la prevención de embarazos no deseados y aboga por la libertad de formar una familia como uno quiera. El creciente apoyo a Sanger logró que cesara su persecución en los Estados Unidos y, en 1916, aquella pudo regresar al país. Falleció en Arizona en 1966, a los 86 años.
