

En Italia el Gobierno de Giorgia Meloni aprobó el pasado 28 de marzo el denominado "paquete ciudadanía", un conjunto de medidas legislativas impulsadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional con el objetivo de reformar las normas sobre el reconocimiento de la ciudadanía italiana. Estas modificaciones, que buscarían fortalecer el vínculo efectivo entre Italia y sus ciudadanos en el extranjero, generaron incertidumbre entre los miles de argentinos descendientes de italianos que buscan obtener su ciudadanía a través del principio de ius sanguinis.
Julio Middagh, abogado por la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y ciudadano italiano desde 2022, habló sobre las implicancias del decreto y sus posibles repercusiones legales, al advertir que con la medida “se limita la posibilidad de que los descendientes de italianos puedan reivindicar su nacionalidad de manera efectiva”.
“El decreto introduce restricciones significativas que podrían afectar el acceso a este derecho, limitando la posibilidad de que los descendientes de italianos puedan reivindicar su nacionalidad de manera efectiva”, señala Middagh.
En términos generales, la reforma pretende regular de forma más estricta los procedimientos de obtención de la ciudadanía con el argumento de combatir abusos y fraudes en la tramitación. No obstante, según el especialista, estas medidas pueden interpretarse como “un obstáculo burocrático injustificado que va en contra del principio de reconocimiento del derecho de sangre consagrado en la legislación italiana”.
El letrado, quien vivió un año en Agira, Sicilia, gestionando ciudadanías, actualmente administra dos grupos de WhatsApp con más de 1.200 argentinos en trámite o residentes en la región, remarca que uno de los principales puntos de debate es el impacto que estas restricciones podrían tener en la migración de descendientes de italianos a su país de origen.
“Al dificultar el acceso a la ciudadanía, se desincentiva la llegada de nuevos ciudadanos que podrían contribuir al crecimiento económico y ayudar a paliar el problema del envejecimiento poblacional que enfrenta Italia”, argumenta Middagh. Cabe destacar que Argentina es el cuarto país a nivel mundial que más inmigración calificada ha aportado a Italia en los últimos años.
¿Inconstitucionalidad en el horizonte?
Desde una perspectiva legal, el abogado plantea la posibilidad de que las nuevas restricciones sean impugnadas por inconstitucionalidad. “Es pertinente preguntarse si las medidas adoptadas son compatibles con los principios fundamentales del ordenamiento jurídico italiano, en particular con el artículo tres de la Constitución, que establece la igualdad ante la ley sin distinción alguna”, explica.
Si bien el Estado tiene la facultad de legislar en materia migratoria y de nacionalidad, cualquier limitación a derechos adquiridos podría ser objeto de cuestionamientos legales en las Cortes Italianas.
Por otro lado, Middagh subraya un aspecto clave para quienes ya han iniciado sus trámites: “No debemos perder de vista que todas estas modificaciones afectan a los trámites por ius sanguinis que no fueron presentados hasta el 27 de marzo a las 12:59 de la noche. En consecuencia, rige la ultraactividad de la ley en beneficio de los trámites ya iniciados, lo que brinda cierta seguridad jurídica a quienes comenzaron su gestión antes de la entrada en vigor del decreto”.
La combinación de todos estos factores, hace que la preocupación entre los descendientes de italianos en todo el mundo. “El futuro de la ciudadanía por ius sanguinis en Italia está en juego, y la comunidad internacional debe mantenerse informada y actuar en defensa de este derecho”, enfatiza el abogado.
No obstante, el debate sobre estas nuevas restricciones apenas comienza y, según anticipan expertos en la materia, no sería sorprendente que en los próximos meses surjan recursos legales para impugnar algunas de sus disposiciones. Mientras tanto, quienes deseen iniciar el trámite de reconocimiento de la ciudadanía italiana deberán estar atentos a los cambios y asesorarse adecuadamente para evitar posibles trabas en el proceso.