
"La IA nos ayuda a ver mejor y a detectar lo que no siempre se ve", según un analista de Opta Sports
En la conferencia de cierre de la IA+Data Conf by Wais en Tucumán, Matías Conde reveló hasta qué punto la tecnología está redefiniendo la manera en la que miramos, interpretamos y narramos el fútbol en la región.

Matías Conde, analista de datos de Opta Sports, colocó el broche a la IA+Data Conf by Wais que tuvo lugar este martes en Tucumán. Conde cerró el foro con una presentación tan técnica como pasional titulada “Fútbol aumentado: nuevas métricas, inteligencia artificial (IA) y el fútbol latinoamericano que no siempre se ve”. Durante su exposición, el representante de Opta relató cómo los datos pueden desarmar los mitos que rodean al fútbol y generar lecturas más profundas sobre un deporte que en esta región se vive con una intensidad única.
Conde, que trabaja en una de las empresas pioneras en el análisis de datos deportivos, hizo un recorrido por la evolución tecnológica del fútbol: desde los años en que cinco personas debían mirar los partidos manualmente para registrar eventos, hasta el presente, donde cámaras, sensores y sistemas de tracking permiten conocer la posición de cada jugador en tiempo real. Esa información es procesada, contextualizada y distribuida a medios como Olé, La Nación, Infobae, plataformas como Google y Gran DT, clubes como River y hasta casas de apuestas.

La era del dato: menos mito, más juego
En tiempos donde todo puede medirse, el fútbol argentino sigue siendo un caso aparte. Mientras las grandes ligas europeas aumentaron su promedio de pases por partido en casi un centenar durante la última década, en la Primera División Argentina el número prácticamente no varió. Esto pone en evidencia un estilo de juego directo, menos elaborado, y más enfocado en la presión y los duelos individuales.
Conde explicó que, gracias al uso de la inteligencia artificial, ahora es más barato y accesible recolectar este tipo de datos. Lo que antes estaba reservado para grandes corporaciones, hoy puede ser utilizado también por clubes, medios y analistas de Sudamérica. Esto permite ver lo que no suele aparecer en los resúmenes: cómo se juega realmente; dónde se pierde la pelota; cuántas veces se recupera; cuántos metros avanza un equipo por segundo o, incluso, cómo ha evolucionado el concepto de “gambeta”. “Maradona recibió 157 faltas en menos partidos que Messi, que tuvo 71”, comparó para ejemplificar cómo los datos permiten comparar épocas de forma más objetiva.
La intervención no solo ofreció cifras y métricas, sino que también interpeló al público sobre cómo consumimos fútbol. “El fútbol argentino tiene menos pases, pero más recuperaciones rápidas que el europeo. En promedio, 43.5 por partido, contra 32.9 en las principales ligas”, detalló. Estas cifras dan cuenta de un estilo agresivo y de alta intensidad, aunque con menos precisión y elaboración que el que se practica en el Viejo Continente.

Además, introdujo conceptos menos conocidos por el gran público como el PPDA (passes per defensive action), un índice que mide cuántos pases permite un equipo antes de presionar. En este sentido, el promedio en Argentina es de 10.2, un valor que indica un nivel de presión superior al de las principales ligas europeas, donde ronda los 12.8.
Lo interesante es que estos datos permiten salir de los lugares comunes y discutir con evidencia. ¿El estilo directo es una falla o una característica propia? ¿La paridad entre los equipos mejora o perjudica el espectáculo? ¿Estamos ante una crisis de talento o una oportunidad para redefinir nuestro fútbol?
El cierre de Conde fue una invitación a usar los datos no como verdades absolutas, sino como herramientas de diagnóstico y reflexión. En sus palabras: “la IA no viene a reemplazar la pasión por el fútbol, sino a complementarla. Nos ayuda a ver mejor lo que ya veíamos y, también, a detectar lo que no siempre se ve”.