
Jujuy se encuentra sacudida por un nuevo caso de abuso sexual que involucra a un miembro de la Iglesia. Atilio Luis B., más conocido como “el cura Luis”, fue detenido en las últimas horas y se le dictó prisión preventiva tras ser acusado de haber cometido al menos cinco episodios de abuso sexual durante el año 2023. La causa generó fuerte repercusión social e institucional, y un comunicado del Obispado jujeño instó a la Justicia a avanzar con celeridad en la investigación.
El sacerdote, de 59 años, se desempeñaba hasta hace pocas semanas como párroco de la iglesia Nuestra Señora de Nieva, ubicada en San Salvador de Jujuy. Fue apartado de sus funciones el pasado 9 de marzo, luego de que las denuncias cobraran fuerza en la esfera judicial. Desde entonces, fue reemplazado por el padre Alfredo.
Según consta en el expediente, las denuncias fueron realizadas por una mujer de nacionalidad chilena, quien relató al menos cinco situaciones de abuso: cuatro con acceso carnal y una por abuso sexual simple. Todos los hechos habrían ocurrido durante el año pasado y, según fuentes judiciales, habrían tenido lugar tanto en Jujuy como en Mendoza, donde el religioso residió anteriormente. Por su condición de sacerdote, las penas que le corresponderían serían agravadas.
De acuerdo con la denuncia, el sacerdote habría aprovechado su rol de religioso para acercarse a la víctima, quien atravesaba un momento de alta vulnerabilidad emocional, y luego habría abusado de ella en reiteradas ocasiones. La víctima relató que el cura le ofreció cobijo espiritual y material antes de cometer los presuntos ataques.
La causa es llevada adelante por la Fiscalía Especializada en Violencia de Género, a cargo de la agente fiscal María Emilia Curten Haquim. Tras una solicitud de ampliación de pruebas, se ordenó un allanamiento en la parroquia para reunir evidencias. En paralelo, la jueza Mónica Cruz dictó la prisión preventiva para el acusado, quien fue detenido en su domicilio particular en la localidad de Lozano. Allí, según confirmaron fuentes policiales, se le secuestró un arma de fuego que no contaba con registro.
El sacerdote permanecerá detenido en una comisaría local por al menos 40 días mientras avanza la investigación.
El Obispado pidió que se esclarezca la verdad
Ante la gravedad de los hechos y la creciente indignación social, el Obispado de Jujuy emitió un comunicado oficial en el que expresó su “total disposición” a colaborar con la Justicia. “Además de expresar el rotundo rechazo que manifiesta en estos casos la Iglesia hacia todo tipo de violencia sexual, moral, psicológica o de conciencia, expresamos nuestro compromiso de acompañamiento hacia quienes se hayan sentido vulnerados”, señalaron.
La institución eclesiástica también subrayó que ya se ha apartado al sacerdote de sus funciones y reiteró su repudio hacia toda conducta que vulnere la integridad de las personas, especialmente aquellas que se encuentran bajo la guía pastoral de la Iglesia.