El Vaticano retiró la imagen del papa Francisco de sus redes y activó la sede vacante

La cuenta @Pontifex adoptó un nuevo nombre e imagen en un gesto cargado de simbolismo.

CIUDAD DEL VATICANO. La cuenta oficial del Papa en X cambió de nombre e imagen tras su fallecimiento. CIUDAD DEL VATICANO. La cuenta oficial del Papa en X cambió de nombre e imagen tras su fallecimiento. / CAPTURA DE PANTALLA
23 Abril 2025

El Vaticano dio un paso simbólico, pero clave, en el proceso de transición tras la muerte del papa Francisco. Desde el lunes, las cuentas oficiales del pontífice en redes sociales —como X e Instagram— fueron modificadas y ahora figura el nombre de Sede Apostólica Vacante. También se retiró la imagen de Jorge Mario Bergoglio de los perfiles.

El cambio, aunque digital, tiene un sentido institucional profundo: marca el momento exacto en el que la Santa Sede queda sin Papa y se inicia formalmente un período especial de espera. Este lapso puede durar días o semanas, hasta que se convoque al cónclave para elegir al nuevo pontífice. Mientras tanto, la Iglesia queda bajo la administración temporal del camarlengo, una figura que asume tareas claves de gobierno, pero no puede tomar decisiones definitivas.

¿Qué significa que El Vaticano esté en modo sede apostólica vacante?

La sede apostólica vacante es el período en el que no hay papa. Ocurre por fallecimiento o renuncia del jefe de la Iglesia, y tiene profundas implicancias tanto a nivel simbólico como institucional. Es un momento de recogimiento y organización interna, donde se suspenden muchas actividades de El Vaticano y se prohíbe emitir documentos doctrinales importantes. Durante este tiempo, ninguna autoridad puede tomar decisiones irreversibles ni avanzar en nombramientos eclesiásticos.

El nombre "sede apostólica vacante" no es nuevo: se remonta a siglos de tradición eclesiástica y aparece en documentos y sellos oficiales cuando el trono de San Pedro está vacío. Que ahora también se aplique a las redes sociales marca un nuevo capítulo en la forma en que El Vaticano adapta su comunicación a los tiempos actuales. 

La medida fue adoptada por el Dicasterio para la Comunicación del Vaticano, que coordina todos los canales oficiales. Las publicaciones en redes, desde ahora, se limitarán a comunicar aspectos protocolares vinculados al período de vacancia y al futuro cónclave. No habrá reflexiones personales ni mensajes pastorales, como solía hacer Francisco a diario, ya que esas prácticas están reservadas al papa en funciones.

El cambio también es una señal al mundo católico: se trata de un tiempo de espera, oración y reflexión. Si bien la Iglesia sigue funcionando bajo un protocolo estricto, hay una sensación global de pausa, de reverencia ante el final de una etapa. Las redes sociales, muchas veces vistas como herramientas frívolas, se convierten en este contexto en dispositivos de señal institucional.

La cuenta @Pontifex, que hasta hace unos días reflejaba la voz del papa Francisco en varios idiomas, fue una de las que más rápido adoptó el cambio. Lo mismo ocurrió con sus perfiles en Instagram, donde el retrato de Bergoglio fue reemplazado por el escudo de la sede vacante: dos llaves cruzadas y una sombrilla roja, símbolo tradicional del interregno papal.

Este tipo de transformaciones, aunque invisibles para quienes no siguen de cerca el protocolo vaticano, tienen un alto valor simbólico. Reflejan la continuidad institucional de la Iglesia Católica, que se mantiene firme aún en momentos de incertidumbre. También muestran cómo una institución milenaria puede incorporar prácticas modernas, como la gestión de redes sociales, sin perder el sentido histórico que la define.

A partir de ahora, cada acción comunicacional del Vaticano estará enfocada en el acompañamiento del pueblo católico durante esta etapa de transición. La figura del nuevo Papa, cuando sea elegido, retomará el control de estas cuentas, las personalizará y volverá a hacer de ellas una herramienta de cercanía con los fieles. 

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