Un ingrediente que no deja olores desagradables ni ajenos a la cocina.
La actividad del día a día en la cocina lleva a que todos los elementos cercanos poco a poco empiecen a cubrirse de grasa. Si la limpieza no se hace de forma habitual, lo más probable es que los restos que se evaporan empiecen a endurecerse y se vuelvan una capa imposible de quitar con un simple aseo.
Existen algunas opciones frecuentes para hacer este tipo de limpieza. Desde productos químicos que pueden conseguirse en negocios hasta preparados con ingredientes que solemos tener en casa. El vinagre y el bicarbonato se encuentran entre los más utilizados. Lo que pocos saben es que hay otro ingrediente igual o más empleado para dejar impecable las paredes de tu horno.
Por qué se pega la grasa en la tapa del horno
La grasa se adhiere fácilmente a los laterales de los hornos gracias al poder del calor que los va transformando en una costra ultra pegajosa. Con este ingrediente podrás hacer una limpieza intensiva sin necesidad de gastar demasiado dinero ni esforzarte tanto como deberías hacerlo con una simple esponja con agua detergente.
Más allá de una cuestión meramente estética, tener esta carbonilla en la cocina puede afectar también a la salud. Aunque se trata de grasas alimenticias que están adheridas a las paredes, pueden convertirse en foco de bacterias que cambien el sabor de las comidas e incluso lleguen a provocar incendios domésticos cuando se resecan por el uso constante del horno.
El ingrediente que pocos usan para limpiar el horno
Suele usarse con el bicarbonato para potenciar su efecto limpiedor o en rociadores diluido con pequeñas cantidades de agua. Se trata del limón, uno de los aliados más potentes para combatir la grasa por su composición ácida. Este cítrico se usa para remover suciedad sin dañar el vidrio. Pero se debe tener cuidado porque hay otros materiales –como el granito– que sí pueden resultar dañados con limón.
Para usar el limón como limpiador de gracias debés seguir estos pasos:
- Cortá un limón a la mitad y frotá directamente sobre la zona a limpiar.
- Dejá actuar el jugo durante 10 a 15 minutos.
- Retirá con una esponja húmeda o un paño suave.
Para mejores resultados, podés calentar el horno a baja temperatura antes de aplicar el limón. Uno de sus beneficios es que no deja olor a químicos que suelen contener los limpiadores.























