A horas de haber dejado su cargo como entrenador de Santos Laguna, Fernando Ortiz rompió el silencio y expresó su deseo de regresar a Boca Juniors, el club donde se formó como futbolista y fue campeón del torneo Apertura 1998. Lo hizo en diálogo con el programa Boca de Selección, donde fue directo: “Un llamado del presidente de Boca es algo importantísimo y emocionante”.
El ex defensor de 47 años cerró su etapa en el fútbol mexicano tras una campaña difícil con apenas dos victorias en 17 partidos. A pesar de los resultados, Ortiz se mostró motivado para volver al fútbol argentino, y especialmente a Boca, donde debutó en Primera el 31 de mayo de 1998, en un equipo dirigido por Carlos Bianchi y con Juan Román Riquelme como figura.
“Estoy abierto a volver al fútbol argentino”, remarcó el Tano, quien integró el plantel que se consagró campeón del Apertura en ese mismo semestre. Si bien el Consejo de Fútbol analiza otras opciones, su nombre aparece como una alternativa, y desde su entorno reconocen que está dispuesto a escuchar una propuesta formal.
En el pasado reciente, tras la salida de Diego Martínez, Ortiz ya había sido considerado, aunque finalmente se optó por Fernando Gago. Sin embargo, el vínculo con Riquelme, forjado durante su etapa como jugador, sigue vigente y no se descarta que su perfil vuelva a tomar fuerza en las próximas semanas.
Actualmente, Mariano Herrón se desempeña como técnico interino y conducirá al equipo durante los playoffs del Torneo Apertura. Recién después de esa etapa se definiría quién será el próximo entrenador, con la mira puesta en el Mundial de Clubes y el armado del nuevo cuerpo técnico.
Fernando Ortíz
Un camino que lo acerca
Tras retirarse en Racing en 2014, Ortiz inició su carrera como DT en Paraguay y luego en México, donde dirigió a Club América, Monterrey y Santos Laguna. Además de él, suenan Gustavo Quinteros, Gabriel Milito y Kily González, aunque Riquelme aseguró que todavía “no llamó a nadie”. Aunque hoy no parece ser la primera opción, Ortiz se adelantó: el deseo está y solo resta esperar si el llamado llega.























