“Es necesario realizar trabajos para prevenir la incidencia de patógenos y de esa manera garantizar la obtención de plantines de óptima calidad”, afirmaron Catalina Aguaysol y Victoria González, técnicas de la sección Fitopatología de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc). Indicaron cómo se debe realizar el monitoreo de virosis y de hongos emergentes en invernáculos para garantizar plantines de frutilla sanos y de alta calidad.
“El cultivo de frutilla es altamente demandante de condiciones óptimas para su desarrollo; en especial, durante la etapa inicial, cuando los plantines son vulnerables a diversos patógenos que pueden comprometer el crecimiento y la productividad de los materiales”, dijeron. Añadieron que en este contexto, mantener la sanidad de los plantines en sus primeros estadios de desarrollo resulta clave para garantizar una producción exitosa y de calidad.
“Los plantines de frutilla cultivados a partir de material in vitro representan una de las mejores herramientas de manejo para iniciar un cultivo sano y libre de enfermedades. Sin embargo, es crucial destacar que incluso a partir de este material inicial de alta calidad pueden presentarse riesgos asociados a la presencia de fitopatógenos, como virus y hongos, que afectan la productividad y la salud de la planta en etapas posteriores”, puntualizaron.
El proceso de indexing de virosis realizado en el laboratorio del Instituto de Patología Vegetal, dependiente del Centro de Investigaciones Agropecuarias del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Córdoba, juega un rol esencial en este aspecto. Este procedimiento consiste en la detección temprana de virosis, un paso clave para asegurar que los plantines estén libres de enfermedades virales que puedan afectar su desarrollo. La detección precoz permite eliminar material infectado antes de que se propague y cause daños significativos en el cultivo.
Los técnicos de la sección Fitopatología de la Eeaoc realizan el monitoreo sanitario de los plantines de frutilla en condiciones controladas dentro de invernáculos. Estos proporcionan un ambiente protegido y controlado que facilita la observación de las plantas y la adopción de medidas preventivas, como así también la detección de cambios sutiles en su morfología o comportamiento que podrían indicar la presencia de patógenos. En este sentido, se realiza un monitoreo sistemático de extracción de muestras de plantines para ser analizados en condiciones de laboratorio. Así puede determinarse la presencia de diversos fitopatógenos y entre ellos, específicamente, Neopestalotiopsis sp, un hongo que afecta tanto las hojas como las raíces de las plantas de frutilla, causando la podredumbre de la raíz y la corona.
Como resultado de los análisis en el laboratorio de la sección Fitopatología, hasta el momento no se detectó la presencia de fitopatógenos que puedan comprometer la producción de plantines de frutilla en invernáculo.
“En conclusión, la sanidad de los plantines de frutilla en su etapa inicial es determinante para el éxito del cultivo. El monitoreo constante en condiciones controladas dentro de invernáculos es una herramienta esencial para mantener la calidad de los plantines y prevenir la propagación de patógenos. La identificación temprana de enfermedades y la intervención adecuada en esta fase inicial son esenciales para asegurar una producción de frutilla sana”, finalizaron.




















