El caso María Cash vuelve a foja cero: claves del fallo que liberó al camionero

La Justicia federal sobreseyó y liberó al camionero Héctor Romero, acusado de la desaparición de Cash. La decisión se basó en un análisis exhaustivo de las pruebas, que no lograron vincularlo al caso. El fallo deja la causa sin responsables y reaviva el misterio en torno al paradero de la joven diseñadora.

El caso María Cash vuelve a foja cero: claves del fallo que liberó al camionero El caso María Cash vuelve a foja cero: claves del fallo que liberó al camionero

La Justicia federal liberó al camionero Héctor Romero, acusado de la desaparición de María Cash en julio de 2011. 

La jueza Mariela Giménez, del Juzgado Federal N°2 de Salta, lo sobreseyó y ordenó su inmediata libertad, al no hallarse pruebas que sostuvieran su imputación por homicidio agravado. 

Su abogado, Fernando Díaz, afirmó que la decisión se basó en un minucioso análisis de pruebas que demostraron su inocencia y pidió que se resguarde su buen nombre.

La fiscalía, en desacuerdo: apelarán el fallo

El fiscal federal Eduardo Villalba fue contundente al manifestar su disconformidad con la decisión judicial. "En el día de ayer nosotros nos hemos notificado del sobreseimiento. Nos resultó sorpresivo porque la causa estaba en tramitación con medidas pendientes. Así que obviamente vamos a interponer un recurso de apelación. No estamos para nada de acuerdo con lo decidido", declaró. Según Villalba, el fallo se basa en una valoración errónea de pruebas ya existentes y no introduce elementos nuevos que justifiquen un cambio de rumbo. Además, advirtió que la decisión "implica privar a la fiscalía y obviamente a la víctima, a la familia de la víctima, de llegar a un juicio oral donde se puedan conocer lo que realmente pasó". A pesar de su desacuerdo, subrayó que respetan la resolución y que recurrirán "a los carriles que nos da la vía procesal para impugnarla".

Las claves detrás del sobreseimiento

Por más de una década, el nombre de María Cash ha estado ligado a la angustia, a la ausencia, a un caso sin respuestas. En noviembre de 2024, la causa pareció dar un giro: Héctor Romero, el camionero que dijo haber sido la última persona en verla con vida, fue detenido e imputado por homicidio agravado por alevosía. La Justicia creyó tener al responsable. Sin embargo, este lunes, todo cambió: el Juzgado Federal N°2 de Salta lo sobreseyó y ordenó su inmediata libertad.

La decisión, firmada por la jueza Mariela Giménez, llegó tras meses de investigaciones, pericias, testimonios y revisiones minuciosas. El expediente, que supera las 420 fojas, concluye con una sentencia firme: no hay pruebas suficientes para sostener la acusación.

El rompecabezas que no encajó

La investigación contra Romero se sostenía en una hipótesis inquietante: que había asesinado a María Cash y hecho desaparecer su cuerpo. Pero cuando la Justicia puso bajo la lupa cada uno de los elementos, el relato del camionero resistió.

Las pericias realizadas en el camión que conducía en 2011, un Mercedes Benz con acoplado, arrojaron resultados negativos. No se hallaron rastros de sangre, ni indicios de violencia. Lo mismo ocurrió con los rastrillajes: todos sin resultados.

Las declaraciones del propio Romero tampoco pudieron ser desmentidas. Desde un principio sostuvo que el 8 de julio de 2011 la llevó hasta las inmediaciones de Joaquín V. González, donde trabajaba para un empresario supermercadista. Dijo haberla dejado en la zona de la Difunta Correa. Años después, una pericia determinó que su relato era plausible: la banquina del lugar permitía detenerse sin dificultad, la visibilidad era buena.

El peso de la psicología y la duda razonable

Uno de los puntos más relevantes del fallo fue el análisis psicológico y criminológico de Romero, realizado por Gendarmería Nacional. Los especialistas concluyeron que el imputado no presentaba indicios de criminalidad, ni rasgos de manipulación. Su estructura psíquica era coherente, su nivel de impulsividad, dentro de lo esperable. Tampoco había patrones delictivos en su conducta digital.

La resolución también marcó distancia con otras pericias presentadas por el CIF, señalando que algunas carecían de rigor técnico, no incluían entrevistas directas al imputado o se basaban en argumentos poco sólidos —como la insólita interpretación de números de lotería vinculados al caso.

En paralelo, los análisis de datos telefónicos de 2011 no fueron concluyentes. Las antenas no permitían establecer con precisión los desplazamientos de Romero, y el tribunal destacó errores y contradicciones en los informes que pretendían ubicarlo en zonas clave.

“La prueba no alcanza”

“La apreciación subjetiva o la intuición no bastan”, dice el fallo. Y eso parece ser el núcleo del razonamiento de la jueza Giménez. A pesar de la gravedad del hecho investigado, el tribunal sostuvo que no se alcanzó el grado de certeza requerido para mantener la acusación penal. Las conjeturas, sin sustento técnico, quedaron descartadas.

La resolución se amparó, finalmente, en el principio de presunción de inocencia y la existencia de una duda razonable. Romero fue sobreseído, y se ordenó que la causa no afecte su buen nombre y honor.

Un giro en una causa emblemática

El camionero había sido detenido el pasado 25 de noviembre, tras ser formalmente imputado por el presunto homicidio calificado por alevosía de María Cash, luego de que nuevas líneas investigativas lo colocaran como la última persona que la vio con vida.

Durante la audiencia de imputación, Romero se declaró inocente, pero la jueza federal de Garantías N°2 de Salta, Mariela Giménez, decidió dictar prisión preventiva, lo que generó una gran repercusión mediática debido a la trascendencia del caso.

En aquel momento, el fiscal general del distrito Salta, Eduardo Villalba, había asegurado que “todo indica que Romero le quitó la vida a María Cash e hizo desaparecer el cuerpo”, y adelantó que se solicitarían nuevos rastrillajes en la zona vinculada al recorrido del acusado.

Romero, el último en verla

Romero fue detenido en la casa de un familiar, en la zona norte de la ciudad de Salta, por pedido del Ministerio Público Fiscal. Desde el inicio de la causa, había declarado en varias oportunidades como testigo, afirmando que el 8 de julio de 2011 fue la última persona en hablar con María Cash, cuando la llevó en el camión que conducia Mercedes Benz con acoplado, durante un trayecto entre Salta capital y la zona de Joaquín V. González, donde trabajaba para un empresario del rubro supermercadista.

El testimonio de Romero fue clave en los primeros años de la investigación, pero nunca se encontraron pruebas concluyentes que lo vincularan directamente con la desaparición de Cash. Tras trece años de incertidumbre, su situación dio un vuelco cuando fue imputado, aunque ahora, con el sobreseimiento dictado, queda desvinculado formalmente del caso.

Una causa sin resolver

La desaparición de María Cash continúa siendo uno de los casos más enigmáticos y conmovedores del país. La joven diseñadora fue vista por última vez en una ruta de Salta, y su paradero sigue siendo un misterio. Con el sobreseimiento de Romero, la investigación entra en una nueva etapa, sin un principal sospechoso y con más preguntas que respuestas.

Mientras tanto, la familia de María y toda una sociedad siguen esperando verdad y justicia.


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