PENSATIVO. Ariel Martos trabaja a contrarreloj pensando en el partido contra Quilmes. Foto CASM.
Como un boxeador que recibió dos golpes seguidos y tambaleó, pero se rehúsa a besar la lona, San Martín de Tucumán tiene el desafío de mantenerse en pie. Luego de dos partidos sin victorias, el “Santo” buscará recuperar la solidez y el ritmo ganador que lo llevaron a lo más alto de la tabla. La oportunidad llegará este lunes, cuando visite a Quilmes en el estadio Centenario, con un detalle no menor: Ariel Martos contará, casi por primera vez en mucho tiempo, con la gran mayoría de sus pupilos.
En ese sentido, el empate contra la “Academia” cordobesa dejó algo más que un punto: enseñanzas. Martos tomó nota de los errores, sobre todo en el armado del equipo, y todo indica que introducirá algunas modificaciones para el cruce contra el “Cervecero”. La primera se daría en el fondo; una línea que fue durante muchas fechas el principal bastión del líder. Sin embargo, en los últimos encuentros mostró algunas grietas inesperadas.
Para rearmar esa “muralla”, el técnico le volvería a dar la confianza a Juan Orellana, que ya está recuperado de una molestia en una rodilla y acompañaría a Guillermo Rodríguez en la zaga. Orellana, que no pudo completar los 90 minutos contra Racing, intentará apuntalar una zaga que dejó algunas dudas en el duelo del pasado sábado.
Pero no es la única buena noticia en Bolívar y Pellegrini. Tiago Peñalba, el defensor salteño que mostró carácter en las cinco primeras fechas, también estaría listo para reaparecer. Su último partido fue el empate contra Los Andes 1-1, pero su firmeza en la marca y su capacidad para salir jugando desde el fondo -incluso frente a Colón, por Copa Argentina- lo colocan como una alternativa confiable. Podría ser otra opción a considerar en lugar de Mauro Osores, quien sufrió un desgarro en Villa Crespo.
Aunque desde el cuerpo técnico informaron que Osores evoluciona bien, su reaparición se daría, con suerte, en el cierre de la primera rueda contra San Miguel en La Ciudadela.
Para el resto del bloque defensivo no habría sorpresas. Darío Sand seguirá bajo los tres palos y los laterales serían los mismos de siempre: Hernán Zuliani por la derecha y Federico Murillo por la izquierda.
El interrogante, sin embargo, se instala en el mediocampo. La expulsión de Gabriel Hachen -quien venía justificando su titularidad con rendimientos destacados- obligará a mover piezas. Pero, no todo es negativo.
Matías García, que se perdió el último partido por acumulación de amarillas, cumplió la fecha de suspensión y volverá a ocupar su lugar como volante central. Su ausencia se notó, y mucho. Ni Jesús Soraire ni Gustavo Abregú lograron imponer condiciones, y el equipo padeció esa falta de equilibrio.
La vuelta del ex Güemes de Santiago del Estero será, entonces, otra buena nueva para Martos, que también evalúa reforzar la mitad de la cancha con el aporte de Juan Cuevas. El “10”, que se había desgarrado y estuvo ausente en las últimas fechas, reapareció con algunos minutos contra Racing de Córdoba, pero el contexto -San Martín jugaba con uno menos- no le permitió soltarse. En condiciones normales, su presencia puede ser determinante para el armado de juego.
Así, el mediocampo podría tener a García como eje, con Abregú como socio en la recuperación y Cuevas encargado de alimentar a los de arriba.
¿Y el ataque? Todo indica que no habrá modificaciones. Franco García y Juan Cruz Esquivel ocuparán las bandas, mientras que Martín Pino seguirá siendo la referencia ofensiva. El cordobés, que lleva cinco goles y dos asistencias en 12 partidos, atraviesa un gran momento. Su capacidad para aguantar, asistir y definir lo convierten en una pieza fundamental. Contra Quilmes, sus movimientos entre líneas podrían abrir un partido que promete ser cerrado y tenso.
Otra decisión que mantiene en vilo a Martos
Martos todavía tiene una última decisión por tomar: ¿mantener el 4-3-3 o cambiar de libreto? El esquema le dio muchas alegrías, sobre todo de visitante, pero los últimos dos partidos dejaron dudas. El entrenador baraja alternativas y no se descarta alguna sorpresa táctica para el duelo en Vicente López y Boulevard Indio Gómez. Con casi todo el plantel disponible y la punta aún en sus manos, San Martín sabe que tiene margen, pero también que esa licencia no es eterna.
El “Santo” se prepara para salir a la cancha con el mismo deseo de siempre: ser protagonista. Y como ese boxeador que, golpeado pero entero, vuelve al centro del ring, quiere demostrar que todavía está en condiciones de pelear. Volver a ganar no solo significará sumar tres puntos: será la mejor señal de que el equipo conserva el temple de los que quieren llegar hasta el final.




















