25 Mayo 2025
¿Sabías que la forma en que desayunas puede ser tan importante como lo que comes? Muchas veces, la rutina ajetreada nos lleva a engullir el primer alimento que encontramos mientras corremos deprisa para empezar nuestras actividades. Pero, según una experta, dedicarle tiempo a esta primera comida es fundamental.
En un artículo publicado en el diario El Universal, la experta en inmunonutrición, Ascensión Marcos, destacó la importancia de prolongar el desayuno. Su principal recomendación es dedicar entre 15 y 20 minutos a esta comida. Esta pausa matutina puede tener un gran impacto en nuestra salud y bienestar a largo plazo.
Los efectos de desayunar apurado
La doctora Marcos subraya que comer apurado no solo afecta la digestión, sino también la correcta absorción de los nutrientes. Al tomarnos nuestro tiempo, permitimos que el cuerpo procese los alimentos de manera más eficiente, lo que se traduce en una mejor digestión y más energía disponible para enfrentar el día. Además, este enfoque relajado puede mejorar nuestro estado de ánimo y ayudarnos a manejar el estrés.
Para lograr este desayuno efectivo, la experta sugiere levantarse un poco antes si es necesario, buscando un ambiente tranquilo para comer. Este simple hábito tiene un impacto positivo en nuestros ritmos circadianos, que son esos ciclos naturales que regulan el sueño y la energía. Desayunar con calma ayuda a que nuestro cuerpo se sincronice mejor con estas funciones biológicas, mejorando la salud general.
El desayuno ideal
Pero, ¿qué debe incluir un desayuno ideal? Según Marcos, debe ser saludable y equilibrado, incorporando alimentos ricos en nutrientes como frutas frescas, cereales integrales y buenas fuentes de proteínas. Estos componentes no solo proveen la energía que necesitamos para arrancar, sino que también contribuyen a fortalecer nuestro sistema inmunitario. La combinación adecuada de estos alimentos, además de darnos saciedad, nos ayuda a mantenernos concentrados y activos.
La experta también destaca los beneficios adicionales de comer de manera consciente. Compartir el desayuno con otros o simplemente disfrutarlo en silencio puede mejorar la experiencia alimentaria y nos ayuda a estar más atentos a nuestras señales de saciedad. Esto, a su vez, puede ayudar a prevenir el exceso de consumo de alimentos a lo largo del día.
La duración perfecta
Para quienes tienen una vida ajetreada, la sugerencia de Marcos es clara: hacer del desayuno una prioridad. Adaptar la rutina para encontrar esos 15 o 20 minutos de tranquilidad puede parecer un desafío al principio, pero los beneficios a largo plazo son considerables.
Desayunar pausadamente y con atención es una de las prácticas más sencillas pero efectivas para mejorar nuestra calidad de vida.
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