“Si la edad de imputabilidad fuese menor, mi papá estaría acá”

Las hijas del empleado del 107 asesinado pidieron que el crimen no quede impune.

SIRENAS. Personal del 107 homenajearon a s de Eugenio González. SIRENAS. Personal del 107 homenajearon a s de Eugenio González.

“No queremos que haya otro Eugenio; no queremos que a nadie le vuelva a faltar su padre por culpa de la inseguridad. La vida de una persona no puede valer tres años y que encima sea una pena que se cumpla en libertad. Me voy a encargar de ir hasta el final para que se haga justicia por el crimen de mi papá”, manifestó Romina, la hija mayor de Eugenio González (72 años), el empleado del Servicio de Emergencias 107 que falleció el martes 28 luego de estar más de dos semanas peleando por su vida en el Centro de Salud, tras recibir un disparo en el pecho durante un asalto.

El pasado 11 de mayo, el hombre salió de su trabajo y mientras regresaba a su hogar en Lomas de Tafí fue interceptado por dos personas en la calle Viamonte al 2.600. Uno de ellos, con una pistola en la mano e identificado como Julio “Pañal” Guerrero (24), le pidió que le entregara su motocicleta. En su intento por robarle el rodado, el atacante le disparó causándole una herida en el pecho y huyó sin llevarse el vehículo. González fue trasladado al Caps San Rafael y de ahí derivado al Centro de Salud donde fue intervenido quirúrgicamente. Durante 16 días su estado fue crítico y finalmente perdió la vida el martes.

Su muerte causó suma conmoción en la provincia y decenas de personas se acercaron ayer a la sala velatoria para darle el último adiós a Eugenio y para acompañar a sus hijos en ese momento. Padre de ocho hijos de entre 51 y 18 años, pasó casi la mitad de su vida trabajando en el ámbito de la salud pública. Se desempeñó como chofer de ambulancias durante 33 años y después de jubilarse extendió su contrato en el área administrativa del 107 durante dos años más. Sus compañeros lo recordaron con cariño y al enterarse de la trágica noticia, ese mismo martes encendieron las sirenas de los móviles en su honor. “Mi papá era una persona muy querida, siempre pensando en ayudar al otro sin importarle quién era o de dónde venía”, lo recordó su hija Micaela González.

Sus familiares lo describieron como una persona multifacética, a la cual le encantaba la herrería, cocinar, bailar rock, disfrutar de su familia y llenar su casa con los cuadros que pintaba como hobby. “Era un payaso y sobre todo una persona muy activa; tenía un cuerpo de 72 años pero el espíritu de un joven de 20”. Aficionado por la política, aprovechaba las tardes que tenía libre luego de cumplir con sus guardias de 12 y 24 horas para ver programas de televisión de esta temática. “Era algo rutinario para él, al igual que los mensajes con bendiciones que nos mandaba cada mañana y que ahora no tenemos más”, lamentó Micaela.

Eugenio sabía que dentro de poco se jubilaría definitivamente del 107, por eso ya estaba realizando planes a futuro. “Hablaba de abrir un quiosco o de volver a la herrería, le encantaba trabajar y estar en movimiento. Su meta más cercana era que el próximo verano viajáramos los dos juntos para tirar las cenizas de mi mamá -su esposa-, en el mar. Ella falleció hace unos meses por un problema de salud”, contó María Luz, la menor de los ocho hermanos. La joven fue la primera en asistir a su padre tras el ataque. “Él les pidió a los vecinos que estaban allí que me llamaran. Apenas me avisaron tomé un auto para ir hasta el lugar y ellos me contaron que la persona que lo había herido era un delincuente conocido de la zona. Mi papá ya había sufrido un robo a seis cuadras de ahí dos años atrás, pero sólo se habían llevado su moto”, recordó.

El 14 de mayo, Guerrero, fue imputado por el delito de tentativa de robo agravado seguido de lesiones con arma de fuego y sometido a cinco meses de prisión preventiva. Durante la audiencia de formulación de cargos se conoció que estaba cumpliendo una condena de tres años de ejecución condicional por haber apuñalado en 2017 a otro hombre durante una disputa por un robo. También se supo que en el 2013 habría acabado con la vida de un joven en medio de una disputa en el barrio “El Sifón”.

“Si la edad de imputabilidad hubiese sido menor, hoy mi papá estaría con nosotros, hubiéramos podido seguir disfrutando de él porque le quedaba mucha vida por delante. No es la primera vida que se lleva este delincuente, ya cargaba con dos más. Lo que les queremos pedir a los legisladores y a la Justicia es que tomen nota y que este caso marque un precedente; si no cambian las cosas va a haber más víctimas, hoy fue mi papá pero mañana puede ser otra persona”, reclamó Luz.

Comentarios