La cuarta final de Grand Slam fue la vencida para Zeballos

El triunfo de Horacio Zeballos puso al tenis argentino en la principal escena internacional. "Cebolla" le pone más aire de orgullo al pecho del deporte que popularizó Guillermo Vilas, máximo referente, precisamente en el rubro al que se sumó Zeballos: ganar un título de Grand Slam. Vilas ganó cuatro títulos. Le siguen otros grandes como Juan Martín del Potro, campeón del US Open en 2009, y Gastón Gaudio, quien levantó el trofeo en Roland Garros 2004. En dobles, figuras como Paola Suárez, campeona de ocho Grand Slams en dobles femenino junto a Virginia Ruano Pascual, y Gisela Dulko, ganadora del Abierto de Australia en dobles mixto, han dejado una huella imborrable como la que marcó Zeballos al ganar Roland Garros junto al español, Marcel Granollers.

En el Court Philippe-Chatrier de París, el principal, atestiguó la victoria de la experimentada pareja hispano-argentina ante la dupla británica de Joe Salisbury (8º) y Neal Skupski (8º), por 6-0 y 7-6 (7-5) y 7-5. El partido fue electrizante. Dominio total de los campeones que en solo 25 minutos cerraron el primer set con un 6-0 inapelable. Semejante nivel en una final de Grand Slam parecía difícil de frenar, pero hubo suspenso para la coronación. 

Los británicos emparejaron las acciones, se pusieron al nivel de los rivales y el cambio derivó en un juego de mejor calidad tenística que sólo venían ofreciendo Zeballos y Granollers. Los últimos dos sets tuvieron un trámite similar: los campeones empezaron con dudas, más errores, pero con más recursos que los británicos pudieron coronarse.

Tardó, pero llegó

Después de haber sido números uno en dobles y llegar a tres finales de Majors, Zeballos y Granollers ponen en su historial otro dato de jerarquía. El español, de 39 años, ostenta 30 títulos ATP de dobles. Zeballos, de 40, suma 25 en dobles. Juntos, como pareja, disputaron en París su cuarta final de Grand Slam tras el US Open 2019, Wimbledon 2021 y 2023. En este 2025, ya habían conquistado el Masters 1000 de Madrid y el ATP 250 de Bucarest.

El camino de Granollers y Zeballos hacia la final en París fue casi impecable, como en el duelo decisivo. Como quintos preclasificados, superaron con autoridad sus primeros encuentros en sets corridos. El primer gran desafío llegó en cuartos de final ante Ivan Dodig y Orlando Luz, a quienes vencieron por 6-2 y 7-6 (7-4), demostrando su solidez en los momentos clave al salvar los tres puntos de quiebre en contra.

En la semi, exhibieron un carácter formidable al remontar un set en contra frente a Hugo Nys y Edouard Roger-Vasselin, para finalmente imponerse por 6-7 (7-5), 6-3 y 6-4. Esta victoria marcó el hito de haber sido la primera vez en la que se impusieron después de tres citas consecutivas que no pudieron superar la instancia de los mejores cuatro del certamen.