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En tiempos donde el turismo se vuelve cada vez más costoso, encontrar formas de ahorrar sin resignar calidad se ha vuelto un verdadero arte. Expertos en viajes coinciden en que adoptar una “mentalidad antiviaje” -es decir, hacer lo contrario de lo que hace la mayoría- puede ser la clave para acceder a mejores precios y experiencias más auténticas.
Una publicación de The New York Times compartió siete estrategias eficaces para conseguir ofertas al viajar, ideales para quienes buscan optimizar cada peso invertido.
1. Viajá entre semana
Evitar los días pico puede generar grandes diferencias de precio. Según el sitio Kayak, los vuelos de martes, miércoles y sábado suelen ser un 20% más baratos que los de viernes o domingo. Además, en temporada alta, viajar a fines de mayo o agosto puede ahorrar entre un 15% y un 20% respecto a julio.
2. Viajá fuera de temporada
Visitar destinos en temporada baja implica menos gente, mejores precios en vuelos y hospedajes, y experiencias más relajadas. Algunas empresas de alquiler de autos, como Hertz, ofrecen promociones de hasta el 50% para alquileres de ida durante estos períodos, permitiendo combinar ahorro y logística inteligente.
3. Buscá destinos alternativos
La popularidad de un lugar incrementa su costo. Una buena estrategia es elegir sitios menos concurridos pero con una propuesta similar. Esta elección puede significar importantes ahorros sin perder calidad en la experiencia.
4. Apostá por lo rústico
El “camping disperso” es una alternativa económica y libre. Además, moverse lentamente -a pie o en bicicleta- no solo reduce costos, sino que permite una conexión más profunda con el entorno.
5. Aprovechá ofertas de último minuto
Algunas apps ofrecen alojamientos de último momento con descuentos importantes.
6. Viajá como voluntario
El intercambio de trabajo por hospedaje y comida es una modalidad en crecimiento.
7. Planificá como un local
Pensar como alguien que vive en el destino puede cambiar la manera en que se organiza el viaje. Esto incluye evitar atracciones sobrevaloradas, usar transporte público, elegir alojamientos familiares o buscar ferias y mercados para comer a buen precio. En muchos casos, esta visión no solo ahorra dinero, sino que enriquece la experiencia.





















