El frío empezó a sentirse con fuerza y las redes respondieron. En los últimos días, ante las bajas temperaturas y las primeras escarchas, comenzó a circular en WhatsApp, Instagram y Facebook una ola de campañas solidarias que llaman a colaborar con frazadas, camperas, guantes y todo tipo de abrigo en buen estado. El objetivo: llegar antes que el invierno más crudo a las personas en situación de calle o en viviendas precarias.
Una de las acciones más significativas fue la organizada por la fundación El Arte de Vivir, que volvió a realizar su ya conocida “Noche de las frazadas”. Este año, el evento se llevó a cabo en coordinación con la organización Apapachando Corazones, que asiste con viandas y abrigo a quienes viven en las calles de San Miguel de Tucumán y en zonas vulnerables.
“El frío está tremendo este año”, relató José Acosta, de El Arte de Vivir. “Durante un mes estuvimos recibiendo donaciones de abrigos y frazadas, y la gente respondió muy bien. La noche del reparto nos dividimos en cuatro grupos, salimos desde la sede de Apapachando, en Las Piedras 253, y fuimos a distintos puntos donde ya sabemos que hay personas que necesitan ayuda”, contó. Junto a más de una docena de voluntarios, cocinaron, clasificaron la ropa por talles y cargaron las viandas: unas 120 por noche.
Según explicó, la mayoría de los destinatarios no sólo vive en la calle, sino también en casas muy precarias, donde el abrigo sigue siendo indispensable. Aunque la jornada principal fue solo una, la red solidaria no se detiene. “Seguimos recibiendo ropa. Lo que nos queda lo entregamos a otras fundaciones que salen otros días de la semana. Todo lo que llega es bienvenido”, agregó.
Para quienes se enteran tarde de la colecta o desean colaborar, José pone a disposición su número (que figura en los flyers difundidos en redes) para coordinar donaciones. En las cuentas de Instagram y Facebook de estas organizaciones se pueden encontrar los puntos de recepción y teléfonos de contacto. La consigna es simple: si tenés una frazada que no usás, una campera que ya no necesitás o un par de medias que puedas donar, hay alguien que esta noche puede necesitarlo más que vos.
Donar también es dar abrigo emocional
Además de estas campañas puntuales, hay espacios que sostienen su ayuda todos los días del año. En el merendero A Todo Pulmón, del barrio El Sifón, María Estrada abre las puertas a personas en situación de vulnerabilidad de todas las edades. “Recibimos ropa de abrigo en todos los talles, desde niños hasta abuelitos. Todo lo que llega lo entregamos directamente a quienes se alimentan en el merendero”, explicó.
Por su parte, desde la organización Alas Solidarias lanzaron una frase que resume el espíritu de estas campañas: “El frío en la calle se siente el doble y cada noche, muchas personas duermen sin abrigo”.























