Ferro, atrapado en el ascenso: 25 años de frustraciones y un grito que se repite

Mientras San Martín pelea arriba, el "Verdolaga" naufraga entre la bronca popular y la esperanza de un milagro.

Ferro, atrapado en el ascenso: 25 años de frustraciones y un grito que se repite

Frustración. Once letras y una tilde que en ese orden describen a la perfección el sentir de los hinchas de Ferro Carril Oeste, un club de fútbol que supo conocer épocas de gloria y que desde hace 25 años navega a la deriva en el ascenso.

¿Cómo se hace para “bancar” casi un cuarto de siglo ininterrumpido en la Primera Nacional, con la permanencia incluso de un año en la B Metropolitana? Eso le preguntó LA GACETA al dirigente Ezequiel Nardi.

“Resiliencia y renovación de expectativas en cada campeonato, porque si no es muy frustrante”, reconoció el representante de Ferro ante la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

Precisamente, la capacidad de resiliencia de los hinchas “verdolagas” fue puesta a prueba durante el partido que el equipo de Alfredo Grelak terminó perdiendo por 2-0 este domingo frente a San Martín.

La gente estalló mucho antes de que el árbitro Pablo Dóvalo decretara el final. El clásico “que se vayan todos” alteró la tranquilidad de la siesta dominical del barrio de Caballito. Y desde los balcones de los edificios contiguos al estadio Arquitecto Ricardo Etcheverri apenas si se veían simpatizantes, a tono con lo decepcionante de la presente campaña.

“La gente nos pide el ascenso, nosotros no tenemos más chances, sí o sí ascender, no nos queda otra opción. La realidad es esa”, admitió Nardi, quien antes del cotejo conversó un rato con el presidente en ejercicio del “Santo”, Bruno Sogno, al costado mismo del campo de juego.

Más allá de sus diferentes momentos futbolísticos –San Martín recuperó la punta de la Zona A, Ferro se encuentra fuera de puestos de Reducido y no tan lejos de la temida zona de descenso–, la frustración por no pertenecer a la élite del fútbol argentino es común a ambas instituciones.

En estos 25 años sin Primera División de “Oeste”, el conjunto de Bolívar y Pellegrini ha jugado un par de temporadas a la par de los grandes (ascendió en 2008 y 2018) pero no ha tenido éxito en su intento por permanecer más de un año dentro del olimpo.

Y ambos son grandes, cada uno de su forma y a su modo. Ferro tiene una alta incidencia social y cultural en su barrio y zona de influencia en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, además de su palmarés: sus vitrinas guardan las dos copas obtenidas en la década del ochenta por el recordado equipo conducido por Carlos Timoteo Griguol.

Y San Martín, se sabe, es pura pasión y uno de los equipos más grandes del así llamado “interior del país”; su escudo, además, luce una estrella bordada por la conquista de la Copa de la República en 1944.

Sin embargo, la frustración de sus hinchas por continuar “varados” en la segunda división se agigantó tras la derrota en la final frente a Aldosivi de Mar del Plata por el primer ascenso y la posterior eliminación en el reducido, después de una notable campaña en la fase regular del torneo pasado.

Institucionalmente, Ferro viene de pasarla muy mal: el club estuvo en quiebra desde 2002 hasta 2014, cuando asumió el oficialismo actual, encabezado primero por Daniel Pandolfi y luego por Guillermo Bameule.

“Recuperamos el club. Nuestra gestión ya lleva 11 años, es un tiempo razonable”, añadió el dirigente Nardi, consciente de que la paciencia de la gente tiene un límite cuando de resultados futbolísticos se trata.

Lorena Roldán tiene 51 años y va a ver a “Oeste” desde niña, cuando la llevaba a la cancha su abuelo Ramón. Por supuesto, disfrutó de las bondades de aquellos equipos que desafiaron el poderío de Boca, River, Independiente, Estudiantes, Argentinos y otros en los albores de los ochenta. “Esto es una pesadilla”, resumió ante la consulta de LA GACETA sobre los largos años de Ferro en el ascenso.

Antes de que arrancara el cotejo con San Martín, Nardi hizo hincapié en su expectativa de que, pese a que los resultados no lo vienen acompañando, su Ferro querido pueda realizar “un sprint final bueno que lo meta en el reducido”. “Estamos enfocados en eso”, agregó el dirigente.

Jugando como lo hizo frente al conjunto de Ariel Martos, ello parece más una quimera que una posibilidad cierta.

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