Pies felices, cuerpo sano: guía completa para el cuidado podal durante todo el año

Higiene, calzado o hidratación son algunos de los cuidados que necesitan nuestros pies y que, muchas veces, solemos pasar por alto.

Atender los pies es clave. Atender los pies es clave.
29 Junio 2025

A menudo olvidados, nuestros pies son la base de nuestro bienestar general. Soportan el peso de nuestro cuerpo, nos permiten explorar el mundo y son una maravilla de la ingeniería anatómica, con sus 26 huesos, 33 articulaciones, 107 ligamentos, 19 músculos y tendones trabajando en armonía. 

Teniendo en cuenta que, para alcanzar los recomendados 8.000 pasos diarios (unos 6.4 kilómetros), nuestros pies deben funcionar a la perfección, es crucial brindarles la atención que merecen. 

Ignorar el cuidado podal puede tener consecuencias que van más allá de los pies, afectando nuestra postura, equilibrio e incluso provocando dolores en otras áreas del cuerpo. ¿Cómo podemos asegurar que nuestros pies se mantengan sanos y fuertes durante todo el año?

Los pilares del cuidado podal

-Higiene impecable: lavar los pies diariamente con agua tibia y un jabón suave es fundamental para prevenir infecciones. No olvides secar minuciosamente entre los dedos, ya que la humedad es un caldo de cultivo ideal para los hongos.

-Calzado inteligente: la elección del calzado adecuado es clave para la salud podal. Opta por zapatos cómodos, con buen soporte para el arco, espacio suficiente para los dedos (aproximadamente un centímetro entre el dedo más largo y la punta del zapato) y materiales transpirables, especialmente en invierno. Evita el uso prolongado de zapatos ajustados, de tacón alto o con costuras internas prominentes, ya que pueden provocar ampollas, callos, juanetes o fascitis plantar. Intercalar entre dos o tres pares de zapatos también es una buena práctica.

-Uñas bajo control: corta las uñas de los pies de forma recta, dejando unos tres milímetros de longitud para evitar que se encarnen. Utiliza una lima de cartón para suavizar los bordes. No cortes las cutículas, ya que actúan como barrera protectora contra infecciones.

-Hidratación profunda:la piel de los pies es especialmente propensa a la sequedad. Hidrátala diariamente con una crema específica para pies, prestando especial atención a los talones, la planta y el área alrededor de las uñas.

-Descanso del esmalte: si te gusta lucir uñas pintadas, recuerda darles un respiro del esmalte ocasionalmente para prevenir la decoloración.

-Ejercicio y estiramientos: fortalecer los músculos de los pies y estirar el tendón de Aquiles ayuda a prevenir dolores, tirones y lesiones, especialmente si pasas mucho tiempo de pie.

-Descanso reparador: eleva los pies al final del día para reducir la inflamación y mejorar la circulación sanguínea.

-Inspección regular: examina tus pies con regularidad en busca de ampollas, enrojecimiento, cortes, piel agrietada, hinchazón, erupciones cutáneas, descamación, signos de infección, bultos o marcas rojas. 

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