Si hablamos de cuidado de la piel, los especialistas establecen diferentes pautas y recomendaciones que se deben considerar. A los 20 años, la regeneración y composición de la piel no es la misma que después de los 60 años. Estos cambios traen aparejadas también nuevas demandas que tienen mucho que ver con nuestros hábitos de vida.
La dermatóloga Sylvie Meaume, doctora y jefa del Departamento de Geriatría, Heridas y Cicatrización del Hospital de Rothschild de París, aconseja tomar una frecuencia diferente de duchas cuando envejecemos. Explica que esta necesidad pasar por una sencilla razón. “Con el tiempo la piel se seca y ya no es capaz de producir tanto sebo como antes”, indica.
Menos grasa es igual a más arrugas en la piel
Nuestro cuerpo está repleto de glándulas que secretan diferentes sustancias. Entre ellas, la sudoración, que contiene grease de la que el cuerpo se deshace. Pese a la creencia generalizada de que el sebo en la piel es negativo, este cumple una función crucial en el cuidado dermatológico y bañarnos en exceso afecta directamente esa composición.
La grasa de la piel sirve como una barrera protectora que actúa contra virus y bacterias que pueden resultar perjudiciales. También ayuda a mantener la piel hidratada, suave y flexible evitando que se produzcan arrugas. Si al envejecer una persona toma baños muy seguido, esta capa protectora se rompe eliminando toda defensa.
¿Cada cuánto bañarnos después de los 60?
Meaume recomienda que, una vez que se supera la barrera de los 65 a 70 años, los baños pueden reducirse e indica cuál es la frecuencia con la que deben tomarse. Aunque no está contraindicado tomar duchas solo con agua todos los días, utilizar productos químicos es altamente perjudicial. Por ello, se recomienda aplicar jabón solamente una vez cada tres días o dos veces a la semana.
Otra de las recomendaciones es evitar el agua a temperaturas excesivamente elevadas, lo que hace que la piel se reseque aún más. La OMS sostiene que la duración de una ducha debe durar apenas cinco minutos para evitar afectar la piel y también para ahorrar recursos naturales.
























