Tener amigos de verdad hace a la felicidad, según un especialista de Harvard

En tiempos de hiperconexión y ansiedad, el profesor Arthur C. Brooks compartió su fórmula y cuatro hábitos concretos para ser feliz de un modo duradero.

AMIGOS DE VERDAD. Según un experto de Harvard, la amistad es un hábito que hace a la felicidad. / PEXELS AMIGOS DE VERDAD. Según un experto de Harvard, la amistad es un hábito que hace a la felicidad. / PEXELS
17 Julio 2025

¿Logros? ¿Likes? ¿Dinero? Nada de eso garantiza una vida plena. Es lo que asegura Arthur C. Brooks, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard y uno de los exponentes de la “ciencia de la felicidad”. Según este experto, el bienestar real no se trata de placeres momentáneos sino de cultivar algo más profundo: gozo compartido, objetivos desafiantes y un propósito claro. Y entre las conductas recomendadas por este académico está el cultivo de la amistad verdadera, vínculo que se celebra este 20 de julio en la Argentina.

“Enseño felicidad porque es la materia de la vida”, explicó Brooks en una conferencia reciente. Allí detalló su propuesta académica y práctica para entender y alcanzar la felicidad de forma más estructurada. Según él, la felicidad no es un ideal etéreo ni algo reservado para unos pocos afortunados, sino una meta alcanzable si se comprenden y cultivan ciertos factores.

Brooks no siempre estuvo en este campo académico. Antes lideraba un poderoso think tank conservador en Washington, pero en 2019 dio un volantazo: renunció a todo para enseñar sobre felicidad. Hoy dirige el Laboratorio de Liderazgo y Felicidad de Harvard, y su curso es uno de los más populares de la universidad.

VÍNCULOS REALES. El académico Arthur Brooks enseña que el bienestar se construye con amistades reales, propósito y menos scroll. / NATIONAL GEOGRAPHIC VÍNCULOS REALES. El académico Arthur Brooks enseña que el bienestar se construye con amistades reales, propósito y menos scroll. / NATIONAL GEOGRAPHIC

La fórmula de la felicidad del experto de Harvard

En charlas y libros, el profesor resume su fórmula en tres pilares:

1. Gozo: más que placer

El gozo no es lo mismo que el placer. Mientras que el placer puede surgir de estímulos breves e inmediatos —como comer algo que nos gusta o recibir una buena noticia—, el gozo se construye en experiencias compartidas, con personas significativas, en momentos que dejan una huella emocional duradera.

Desde un enfoque neurocientífico, Brooks explica que el gozo se genera en la corteza prefrontal del cerebro, una zona relacionada con la toma de decisiones y la reflexión. Por eso, no se trata sólo de disfrutar, sino de dar sentido a lo que se vive.

2. Satisfacción: el desafío de mantenerla

La satisfacción aparece cuando logramos objetivos que nos resultaban difíciles. Sin embargo, no se mantiene por sí sola. Nuestro cerebro tiende a adaptarse rápidamente a las nuevas circunstancias y lo que antes nos motivaba, pronto deja de hacerlo. Brooks llama a este fenómeno “adaptación hedonista”.

La clave, entonces, está en seguir proponiéndonos desafíos que nos impulsen a crecer, sin caer en la frustración ni en la búsqueda permanente de resultados.

3. Sentido: propósito, coherencia y significado

El tercer componente es quizás el más profundo. Para Brooks, vivir con sentido implica que nuestras decisiones y experiencias encajen entre sí (coherencia), que tengamos una meta que nos trascienda (propósito) y que sintamos que nuestras acciones importan (significado).

Según el académico, la vida digital puede erosionar esta dimensión. La exposición constante a redes sociales, citas fugaces o vínculos superficiales puede aumentar la sensación de vacío. Su recomendación: reducir el consumo digital, practicar la introspección y recuperar el valor de la conexión humana real.

Cuatro hábitos para cultivar el bienestar

Más allá de la teoría, Brooks sugiere prácticas concretas para construir una vida más plena:

- Cultivar la trascendencia: ya sea mediante la espiritualidad, la meditación o la filosofía, mirar más allá de lo inmediato ayuda a dar perspectiva.

- Valorar el tiempo en familia: las relaciones familiares fortalecen los vínculos afectivos y contribuyen a liberar oxitocina, la hormona del apego.

- Construir amistades verdaderas: los amigos auténticos no nos eligen por conveniencia ni estatus, sino por lo que somos.

- Trabajar con sentido: más allá del éxito material, Brooks propone que el trabajo tenga una dimensión de servicio, de aporte a los demás.

En una época marcada por la velocidad, la comparación constante y el rendimiento, Arthur Brooks propone una mirada más humana y profunda: la felicidad no está en acumular logros, sino en construir una vida con sentido, acompañada y en equilibrio. Tal vez sea momento de preguntarnos no cuánto tenemos, sino cuánto significado encontramos en lo que hacemos y con quién lo compartimos.

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