EXPERIENCIA POSITIVA. Los disertantes intercambiaron pareceres con los participantes durante el encuentro. FOTO LA GACETA/DIEGO ARÁOZ
El Sheraton albergó ayer a unos 200 empresarios de distintas áreas productivas, de tecnología y de liderazgo estratégico, en el marco de una jornada organizada por la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE). Allí se intercambiaron ideas y proyectos, en el medio de las disertasiones de los expertos Antonio Sánchez de Boeck, especialista en inteligencia artificial y manejo de datos; Nery Persichini, economista y estratega de GMA Capital; y Santiago Bulat, economista jefe del Grupo Idea.
En medio de esas deliberaciones, Persichini, por caso, en charla con LA GACETA, habló sobre la coyuntura que atraviesa el país y las presiones sobre el dólar. “Es la culminación de una fase de la política económica que el Gobierno la ha llevado bastante bien y ahora lo que ha sido la transición a una nueva etapa encontró algunos cimbronazos. El mundo esta vez nos jugó una mala pasada. Creo que los tumbos del dólar fueron reflejo de alguna interferencia o de algún error de cálculo del Gobierno”, dijo.
El economista añadió que de una u otra manera el Poder Ejecutivo lo está corrigiendo con tasas de interés un poco más altas que probablemente afecten a las empresas en su microeconomía diaria. “El ojo de los empresarios está puesto hoy en este tipo de cosas, que por ahí generan sustos en distintos sectores ante una economía que tiene que acostumbrarse a funcionar de una manera muy diferente. Estamos acostumbrados, en general, a una economía que se mueve en torno al dato de la inflación, pero con una inflación que viene en baja, ese escenario cambia”, resaltó.
“Sí efectivamente creo que por suerte la inflación no nos debería dar sorpresas negativas como sí lo hacía en el pasado. Los precios antes se duplicaban cada tres meses, y ahora no. Eso permite planificar, permite mirar el horizonte. Y lo mismo con el dólar. Podemos tener alguna alguna turbulencia, pero no son escenarios de crisis. No tenés a nivel macroeconómico todos los motores encendidos que antes hacían que cualquier salto cambiario pudiera dispararse en algo mayor. No tenés emisión monetaria, no tenés déficit fiscal, por lo cual el dólar ahora está en un momento de descubrimiento de precio y los argentinos tienen que convivir con la flotación del tipo de cambio”, manifestó.
Puertas adentro
El estratega de GMA Capital recomendó que, puertas adentro, las empresas deberían no navegar estas aguas de la misma manera que navegaban en 2023. “Esto, en el sentido de que tienen mucho aprendizaje de supervivencia y quizás lo que se necesita ahora es una mano un poco más técnica y que esté mirando al detalle algunas cuestiones que antes, por un dólar alto, por inflación que volaba, no estábamos mirando. Por ejemplo, ver en el depósito si el stock de mercadería que tenemos es correcto, si está bien valuado, si le estamos dando la importancia que merecen determinados ítems, si estamos manejando la liquidez que tenemos de una manera eficiente o estamos en modo supervivencia. Y si queda algo de resto, ¿qué hacemos con los dólares? Si estamos buscando alternativas líquidas o no, cómo estamos tomando deuda. La competitividad no va a venir por este lado, sino que tiene que venir puertas adentro, por lo menos. Es momento de revisar procesos productivos si la macro no te va a dar inestabilidad ni tampoco te va a dar algún tipo de ayuda”, concluyó.























